Este mes, el congresista por Tejas y candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos Ron Paul presentó en Las Vegas un plan de choque para equilibrar el presupuesto federal en tres años. El ambicioso programa contempla, entre otras medidas, la reducción del gasto público en un billón de dólares durante el primer año, así como el fin de las guerras en Afganistán e Irak, la eliminación de la ayuda externa y de cinco departamentos y varias agencias federales. Ron Paul propone combinar estos recortes de gasto con rebajas en varios impuestos, perseverando en los ideales liberales que lleva más de treinta años defendiendo elocuentemente.
Sus compañeros republicanos suelen criticarle por su rechazo al intervencionismo militar. Paul, veterano de la Fuerza Aérea y de la Guardia Nacional Aérea, replica que el Partido Republicano se caracterizó siempre por su aversión a las guerras y que son los demás candidatos los que han traicionado al partido. En este sentido, llama mucho la atención que el único candidato republicano en posicionarse siempre contra las guerras sea el que más donaciones recibe de los soldados en esta campaña, como sucedió ya en 2008. Durante este tercer trimestre, igual que en el anterior, ha conseguido más donaciones de militares que todos los demás republicanos juntos.
Ron Paul, doctorado en medicina en 1961, ha ejercido la ginecología y tocología en su consulta privada rebajando precios e, incluso, trabajando gratis y negándose siempre a aceptar los pagos de los sistemas públicos del Medicaid y Medicare. Desde entonces, ha asistido a más de 4.000 partos, muchos de ellos mientras compaginaba su profesión con la de congresista.
Habla también clarísimamente contra el aborto: "Esta idea de que la vida no es valiosa es algo que nunca he sido capaz de aceptar". Y explica una estremecedora experiencia real:
Entré en un quirófano donde estaban realizando un aborto en un embarazo avanzado. Extrajeron un bebé pequeño que era capaz de llorar y respirar y lo pusieron en un cubo pequeño y lo dejaron en un rincón y hacían como que no estaba allí. Salí al pasillo y estaba naciendo un niño prematuramente, ligeramente mayor que el bebé que acababan de poner en un cubo; querían salvar a este niño. Así que tal vez tenían a diez doctores allí, haciendo todo lo concebible. ¿Quiénes somos nosotros para decidir que desechamos uno y nos quedamos y nos esforzamos por el otro? A menos que resolvamos esto y entendamos que la vida es preciosa y que debemos proteger la vida, no podemos proteger la libertad.
Junto a la obstetricia y le ginecología, otra de las pasiones de Paul es la Escuela Austríaca de economía. En Washington es conocido como Dr. No porque siempre vota en contra de aumentar el gasto público, los impuestos o cualquier otro tipo de intervencionismo. Cada año devuelve, aproximadamente, 50.000 dólares del dinero que se asigna a su oficina del Congreso.
En las múltiples encuestas que se realizan, Paul está quedando entre los cuatro primeros puestos en las filas republicanas. Sin embargo, los grandes medios de comunicación le ignoran completamente. La ley del silencio contra Ron Paul ha llegado a ser tan descarada que un famoso presentador nada afín a los republicanos como Jon Stewart denunció el boicot.
El Plan para restaurar América
Propone reducir el gasto público en un billón de dólares el primer año y continuar con más reformas en todos los frentes hasta alcanzar el equilibrio presupuestario (próximo al 10% del PIB) nada menos que en tres años, antes de agotar la primera legislatura.
La plantilla de empleados federales debería reducirse en un 10% y la paga del presidente se recortaría hasta los 39.336 dólares, un nivel que según el candidato tejano es "aproximadamente igual a la renta personal mediana del trabajador americano". Defendió esta propuesta explicando que él ya lleva muchos años renunciando a los privilegios económicos propios de los congresistas: "Cuando fui al Congreso por primera vez, en los años setenta, elegí no participar en el fondo de pensiones [de los congresistas] porque creí que era abusivo e injusto con el contribuyente".
"Nos deshacemos de cinco departamentos, eso para empezar", concretamente, Energía, Vivienda y Desarrollo Urbano, Comercio, Interior y Educación, además de varias agencias, entre ellas la Administración de Seguridad de Transportes (TSA). En cuanto a las demás agencias públicas y departamentos se congela el gasto, pero no a los niveles actuales, sino a los de 2006, que coincide con la última vez que los republicanos tuvieron el control pleno del presupuesto federal. Así se conseguiría, en un trienio, alcanzar el equilibrio fiscal. "Aprenderemos a vivir con mucho menos Gobierno", afirmó en la presentación del plan.
Los recortes serían del 30% para la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA), que en 2010 dispuso de un presupuesto de 10.486 millones de dólares; la reducción sería del 40% para la Administración de Alimentos y Drogas (FDA), cuyo presupuesto en 2008 fue de 2.300 millones; la ayuda externa, que en 2009 ascendió a 47.700 millones, se eliminaría por completo.
En cuanto a la Seguridad Social, el plan "honra nuestra promesa a nuestros mayores y veteranos, mientras permite que los jóvenes trabajadores [menores de 25 años] opten por salirse". De esta forma, se sientan las bases para que paulatinamente el Seguridad Social pase a ser un sistema voluntario. Paul comentó que había expuesto la idea a "audiencias en las que había muchas personas de más de 25 años y todo lo que hacían era decir ¿y qué tal si me incluyes a mí?", pero "en los campus no puedo recordar a nadie acercándose a mí para decirme eh, no quiero hacer eso, ¡sálvame! Quiero pagar la Seguridad Social porque sé que es un buen negocio, quiero jubilarme por la Seguridad Social. ¡Nunca!"
Otro importante recorte es el de Defensa. Según Paul, "sólo para mantener la guerra en Afganistán, sólo en Afganistán, son 12 millones de dólares por hora". Paul propone acabar con ésa y con la de Iraq. Es consciente de que no sólo en este asunto sino en los recortes de gastos, en general, nadie va tan lejos. "Los otros candidatos no han ofrecido esto, no creo que piensen que es muy importante, creen que pueden hacer arreglillos en los bordes, pero yo creo que el pueblo americano está listo para el pensamiento honesto y las reformas honestas. Y no es demasiado difícil para mí hacer esto porque yo tengo creencias personales; afortunadamente, mis creencias personales coinciden con lo que dice la Constitución".
Su plan contempla que algunas de las tareas que el Gobierno federal dejaría de ejercer podrían pasar a ser responsabilidad de los diversos estados, de tal forma que "todo lo que no se menciona explícitamente en la Constitución debería poder ser eliminado", en referencia a la Décima Enmienda de la Constitución, según la cual "los poderes no delegados a los Estados Unidos por la Constitución, ni prohibidos por ella a los Estados, quedan reservados o a los Estados o al pueblo, respectivamente".
Paul reduciría el impuesto de Sociedades a un máximo del 15%, eliminando la imposición sobre las ganancias de capital, los dividendos y la repatriación de capitales. Todos los recortes de impuestos establecidos en la era Bush se perpetuarían. Al igual que sus rivales republicanos, revocaría la reforma sanitaria de Obama, así como la regulación financiera Dodd-Frank del año pasado y la ley Sarbanes-Oxley de 2002, que aumenta el control contable sobre las empresas. "No necesitamos más regulaciones. Necesitamos más regulaciones sobre el Gobierno, eso es lo que realmente necesitamos".
Su plan no incluye eliminar la Reserva Federal, como piden muchos seguidores de Paul, pero sí realizar una auditoría completa "para que sepamos qué hacen con todo ese dinero que crean de la nada", propuesta que Paul lleva tiempo promoviendo. De hecho, recientemente en un artículo en el Wall Street Journal acusó a la Reserva Federal de ser la culpable de la crisis financiera.
Sin embargo, el plan sí "sienta las bases para la verdadera reforma y dejar obsoleta a la Reserva Federal mediante la legalización del dinero constitucional, divisas en competencia que facilitarían la transición". "No honramos el principio bíblico del dinero honesto", concepto sobre el que ha escrito extensamente Gary North:
1. El envilecimiento monetario es malo: "Tu plata se ha tornado en escorias, tu vino está mezclado con agua" (Isaías 1:22).
2. El endeudamiento múltiple, que es la base de la reserva fraccionaria de la banca, no debe permitirse: "Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol" (Éxodo 22:26).
3. Y no deben alterarse los pesos y las medidas: "Tendréis balanzas justas, pesas justas, un efa justo (22 litros) y un hin justo (3,7 litros). Yo soy el SEÑOR vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto" (Levítico 19:36).
Una política exterior cristina
Paul critica el intervencionismo militar por múltiples motivos: aumenta desmesuradamente el poder de los gobiernos frente al individuo, genera unas deudas que tienden a crecer peligrosamente, no soluciona realmente los problemas en esos otros territorios y malgasta recursos que podrían emplearse mejor en la propia nación. Por ello, se remite al concepto tomista de la guerra justa:
En los principios de la historia del Cristianismo se debatieron los asuntos de la guerra y la paz porque Cristo habló de paz. ¿Significa que Cristo abogaba por el pacifismo? La Iglesia primigenia se esforzó con este asunto y llegó a la conclusión, al menos en esos primeros años, de que Cristo no era un pacifista; pero tampoco era un promotor de la guerra.
Y entonces fue cuando desarrollaron los principios de la guerra justa diciendo que sí, que la guerra podía ser necesaria pero sólo en circunstancias desesperadas, y entonces debía llevarse a cabo con gran cautela, deberían agotarse todos los demás métodos antes de ir a la guerra. Y siempre bajo la autoridad adecuada y hoy creo que la autoridad adecuada no es la ONU o la OTAN.
De este modo, Paul hacía referncia al Artículo I, Sección 8, Cláusula 11 de la Constitución, que establece que es el Congreso quien tiene el poder para "declarar la guerra", poder que, en realidad, sólo ha ejercido cinco veces en su historia, siendo 1941 la última, durante la Segunda Guerra Mundial. Paul considera, además, que la guerra "socava la familia".
Insuficiente
Aunque el plan de reformas de Ron Paul es, con mucha diferencia, el más ambicioso de todos los propuestos por los candidatos republicanos hasta la fecha, hay quien lo considera insuficiente. Y es que, deja casi intacto el que es, precisamente, el principal problema de las finanzas públicas norteamericanas, a saber: los pasivos (deudas) no titulizados del sistema médico y de prestaciones.