Los ministros de Economía de los 27 han alcanzado este sábado un principio de acuerdo para recapitalizar la banca europea con alrededor 100.000 millones de euros con el objetivo de garantizar que pueda resistir a la crisis de deuda y recuperar la confianza del mercado, según han informado fuentes diplomáticas.
El importe de capital adicional que la UE ve necesario para sus entidades es sustancialmente inferior a los 200.000 millones de euros que calcula el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En todo caso, el principio de acuerdo todavía está pendiente de que se alcancen compromisos sobre los otros dos pilares del plan de la UE para hacer frente a la crisis de deuda: la quita que se aplicará a Grecia, que ascenderá a alrededor del 50%, y el refuerzo del fondo de rescate para frenar el contagio a España e Italia. "No hay acuerdo sobre nada hasta que no haya acuerdo sobre todo", han explicado las fuentes.
El plan ha sido objeto de duras críticas por parte de bancos españoles como el Santander y el Popular, que lo ven innecesario y consideran que los problemas de financiación de la banca se resolverían arreglando la situación en Grecia.
Los ministros de Economía han acordado exigir temporalmente a los grandes bancos de la UE un ratio de capital de calidad del 9%, frente al 5% de las pruebas de estrés realizadas en julio (en el caso de España, serán seguramente los cinco más importantes: BBVA, Santander, Bankia, CaixaBank y Popular), tras aplicar descuentos en la deuda pública de los países periféricos que tienen en cartera.
A los bancos que no alcancen el umbral de capital requerido se les pedirá que presenten un plan de recapitalización y que lo pongan en marcha. El plazo podría estar entre 3 y 6 meses, según fuentes comunitarias. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ha propuesto que hasta que no tengan los fondos exigidos se prohíba a las entidades pagar bonus o dividendos.
Los bancos deberán utilizar fuentes privadas de capital en primer lugar. Si es necesario, los Gobiernos nacionales les deben proporcionar asistencia en segundo lugar. Y como último recurso podrán recurrir a un préstamo del fondo europeo de estabilidad financiera, según la propuesta defendida por Alemania y la Comisión.
Francia había intentado que se pudiera recurrir al fondo de rescate desde el primer momento para no poner en riesgo su calificación crediticia 'triple A'. Pero ante el rechazo frontal de Berlín, ya ha anunciado que recapitalizará a sus entidades que lo necesiten.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha eludido desvelar qué necesidades de capital ha detectado la Autoridad Bancaria Europea (EBA) en la banca española. Pero ha dicho que "lo ideal" es que las entidades que necesiten fondos acudan a fuentes privadas y no utilicen ni el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ni el fondo de rescate de la UE.