España se enfrenta a una de las mayores crisis de su historia reciente, lo cual constituye un desafío histórico tanto para los españoles como para los responsables políticos del país. Las claves de la actual coyuntura ya han sido analizadas en profundidad por el presidente de Libertad Digital, Alberto Recarte, en su conocido Informe Recarte, en el que disecciona la crisis financiera nacional iniciada en 2007, y en su obra Informe Recarte 2, bajo el título El desmoronamiento de España, en el que aborda la crisis, pero no sólo la económica, sino también la política e institucional que sufre nuestro país.
Con ocasión de la ponencia presentada en el Congreso de Sociedad Civil, celebrado el 30 de septiembre, Recarte ha elaborado un nuevo ensayo en el que enfatiza las reformas clave que precisará España para solventar el histórico desafío que aún afronta el país. En este Informe Recarte III, titulado Entre la segunda recesión y las reformas, que se publicará en siete entregas más un apartado de conclusiones, el economista detalla las dificultades estructurales que impiden la recuperación y un concreto paquete de medidas económicas e institucionales para poder salir adelante.
En esta primera entrega, a modo de introducción, Recarte destaca la necesidad de comprender el actual contexto internacional. "El análisis de la economía española y de la política económica necesaria para resolver nuestros problemas -el más llamativo de los cuales es la tasa de paro del 21%- debe hacerse teniendo en cuenta que vivimos en un mundo globalizado y que pertenecemos a la Unión Europea y al área euro, a la Unión Monetaria Europea".
La economía española compite con otros muchos países, desde una Unión Europea cuya integración no ha logrado eliminar las rigideces internas, especialmente laborales, que desde hace décadas ahogan al sector productivo, y sin la posibilidad de poder devaluar la moneda debido a pertenencia a la zona euro. "Los países miembros del euro no tienen mecanismos de ajuste sencillos en casos de pérdida de competitividad", recuerda Recarte.
El problema, sin embargo, es que "los sucesivos gobiernos españoles han ignorado esas exigencias del mundo globalizado". Por desgracia, "España comparte problemas sociales y políticos con países como Portugal, Italia, Grecia y la propia Francia" como, por ejemplo, "las tradiciones del corporativismo fascista, del socialismo y del intervencionismo público en la vida económica", dejando el futuro del país en manos de las "minorías dirigentes de los partidos políticos [...], los sindicatos y los representantes de las grandes empresas".
Por ello, según Recarte, es urgente abordar con seriedad las reformas que permitan superar todos estos desafíos: los problemas jurídicos, derivados, directamente, de la Constitución de 1978; problemas estructurales, provocados por la globalización y la crisis inmobiliaria; los problemas específicos del área euro; los problemas que aún presenta el sistema financiero; y el problema del mercado de trabajo y del sistema de convenios colectivos.
El objetivo clave es realizar "reformas que permitan que los precios y salarios de las empresas menos competitivas se reduzcan nominalmente y que se incentive al conjunto de las empresas para ganar productividad, sin interferencias sindicales". En concreto, Recarte señala que "los sindicatos, tal y como los conocemos, deben desaparecer y ser sustituidos por representantes laborales a nivel de cada empresa", así como solventar las graves "deficiencias de nuestro sistema educativo" para impulsar la competividad interior y exterior del país.
Todos estos puntos serán desarrollados en detalle a lo largo de las siguientes entregas.