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La agonía de Grecia lleva al límite a España, Italia y Francia

Los inversores huyen del Viejo Continente, mientras la UE debate si dejar caer o no al país heleno.

La quiebra de Grecia ha dejado de ser una lejana posibilidad de la que nadie quería hablar para convertirse, prácticamente, en una certeza. La duda ahora no reside en saber si Atenas incumplirá sus obligaciones, sino cuándo ocurrirá, cómo se articulará ese proceso y si el impago del Estado heleno llevará aparejada su salida del euro. El problema es que con su lenta agonía este moribundo amenaza con llevarse por delante también a algunos de sus vecinos. Cada día que pasa, la incertidumbre crece en los mercados, las bolsas caen y las primas de riesgo suben. Y especialmente tres países –España, Francia e Italia- están con el alma en vilo, sufriendo cada noticia que llega de Atenas como si de un terremoto se tratara.

También el euro lo está pasando mal. La moneda única se resiente de los problemas en Grecia. La perspectiva de un impago de uno de los estados miembro hace mucho daño a la moneda única, que ha caído este lunes a su nivel mínimo en los últimos diez años respecto a la moneda japonesa (se cambiaba a 105 yenes por cada euro) y también ha perdido fuerza con relación al dólar (1,36 dólares por euro).

España e Italia: vidas paralelas

Desde que a lo largo del pasado mes de julio la crisis de deuda pública entró en su actual fase (que parece ser la definitiva, para bien o para mal), España e Italia han vivido experiencias paralelas: incremento de la prima de riesgo, hundimiento de sus bolsas, nuevos anuncios de planes de ajuste (que en España más bien han tomado la forma de una reforma constitucional).

De esta manera, la Bolsa de Madrid cayó en este lunes un 3,41% y se alejó la frontera de los 8.000 puntos y la prima de riesgo española subió hasta los 357 puntos básicos, desde los 337 de la apertura, un enorme salto que, además, marca un nuevo máximo desde que a comienzos de agosto se anunciara que el BCE iniciaba un programa de compra de deuda pública hispana e italiana. Este programa no se ha detenido, puesto que el organismo regulador ha anunciado que la semana pasada adquirió más de 13.000 millones en bonos de estos dos países, pero sus efectos atenuantes parecen haberse diluido por completo... Aunque quizá habría que preguntarse dónde estaría la prima de riesgo sin esas intervenciones.

En el terreno de las finanzas públicas tampoco fue un día tranquilo para el Gobierno español que vio cómo la Comisión Europea alertaba acerca del nivel de cumplimiento de los objetivos presupuestarios. El Ejecutivo comunitario pronosticó que España superaría ligeramente la cifra del déficit previsto para este año (hasta el 6,3%) y pidió al Gobierno que aplique estrictamente los mecanismos existentes de control de déficit y deuda para los gobiernos regionales", es parte de la fórmula que recomienda el Ejecutivo de la UE a España, así como "adoptar medidas adicionales en caso de que los desarrollos presupuestario y económico no resulten como se esperaba". De hecho, hasta 2013 no espera Bruselas que sea capaz de alcanzar el nivel del 3% que está en el Pacto de Estabilidad.

En Italia, las cosas no fueron mejor. Por un lado, la Bolsa de Milán perdía un 3,89% y por el otro la prima de riesgo alcanzaba los 381 puntos básicos, con el interés de los bonos a diez años en el 5,555%. Toda esta incertidumbre ha provocado que el mismísimo primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, acceda a discutir este martes con los principales dirigentes de la Unión Europea la situación económica de su país, que está a punto de concluir la aprobación de un plan de ajuste.

Berlusconi intentará de esta manera tranquilizar a los inversores. Para logarlo, se reunirá en Bruselas por la mañana con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y por la tarde en Estrasburgo (Francia) con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. La visita de Berlusconi se produce justo antes de que el polémico plan de ajuste de su Gobierno sea votado esta semana por el Congreso de los Diputados, después de que fuera aprobado el pasado miércoles por el Senado. Eso sí, la visita ha sido muy cuestionada en Italia, ya que permitirá al jefe del Gobierno no declarar mañana en Nápoles en un proceso judicial.

La mejor prueba de toda esta tensión quizás pueda encontrarse en la subasta que realizó el Tesoro italiano, que consiguió colocar bonos a 3 meses y a un año por un valor total de 11.500 millones de euros, con una rentabilidad mayor a la registrada en la última subasta de estos tipos de deuda. Según informó el Banco de Italia en un comunicado, el Estado italiano consiguió colocar 7.500 millones de euros en bonos a un año a un rendimiento del 4,153 %, lo que supone 1,194 puntos porcentuales más que en la anterior subasta.

Esta cifra es muy elevada y marca un límite que será difícil de aguantar para el Gobierno transalpino. Cuanto más alta sea, más dinero de los presupuestos tendrá que dedicarse al pago de intereses y más complicado será cumplir con el objetivo de déficit (es decir, que los recortes tendrán que ser profundos).

Francia: temblor de piernas en el sistema financiero

Pero si ha habido un país que ha sufrido en la jornada del lunes, ése ha sido Francia. La implicación de su sistema financiero en una más que posible quiebra de Grecia es muy alta. Los bancos galos mantienen las posiciones más elevadas en activos públicos helenos. Esto ha provocado que la Bolsa parisina haya sufrido la mayor caída del Viejo Continente (un 4,03%), liderada por una banca que ha sufrido fuertes caídas.

De esta manera, en París, al efecto griego se unió un segundo factor, la probabilidad de que Moody's decida una próxima rebaja en la calificación de su deuda, según informaba The Wall Street Journal. El presidente del Banco de Francia (BdF), Christian Noyer, tuvo que salir a la palestra para defender el sector y asegurar que los bancos franceses pueden hacer frente a cualquier escenario en Grecia. "Sea cual sea el escenario griego (...) los bancos franceses tienen los medios para hacerle frente" porque "no tienen problemas de liquidez ni de solvencia", señaló Noyer en un comunicado.

Al cierre de la sesión, este temblor de piernas que afecta al sistema financiero se tradujo en que el valor más castigado del CAC-40 fue BNP Paribás, que se dejó un 12,35 por ciento. En lo que va de año, ha perdido un 45,14 por ciento de su valor. Otros bancos afectados fueron Societé General, con una caída de 10,7 por ciento, y Credit Agricole, con un 10,6 por ciento, a los que se suma la aseguradora AXA con un 9,72 por ciento.

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