Después de ser el protagonista de una detención de película en Nueva York, el ex presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, ha decidido romper con su pasado y ha vuelto a Francia junto con su mujer y su hija.
Una decisión que les habrá costado bastante tomar ya que su domicilio se encontraba en una de las zonas más exclusivas de la ciudad. Concretamente Strauss-Kahn, con la intención de hacer lo más confortable posible sus días de arresto domiciliario, alquiló un apartamento de lujo en el distinguido distrito neoyorquino de Tribeca.
Se trata de una residencia a la que no le falta ni un detalle: cuenta con dos plantas, cuatro dormitorios, cuatro baños, un loft a modo de salón, un gimnasio y una sala de cine, entre otros caprichos.
La vivienda colgó el cartel de "se vende" el pasado 26 de agosto, tan solo tres días después de que el juez de Nueva York, Michael Obus, retirase todos los cargos que pesaban desde mayo contra el ex director gerente por agresión sexual e intento de violación a una camarera debido a la supuesta falta de credibilidad de esta.
Tras conocer la sentencia a su favor, las declaraciones de Strauss-Kahn no se hicieron esperar, calificó como una "pesadilla" los últimos dos meses y medio vividos tanto para el como para su familia. Parece ser que mientras hablaba con los medios no se acordó de que su "calvario" estuvo edulcorado con una vivienda de lujo en la Gran Manzana, totalmente reformada, con electrodomésticos de última tecnología o con una azotea está cubierta que además cuenta con una barra de bar, según se puede ver en Business Insider.
La exclusiva sobre la vivienda del político francés en Nueva York la dio el New York Observer, donde explica que el loft había sido reformado recientemente. En las imagenes de la calle que ofrece el servicio callejero de Google, podemos ver la fachada del edificio antes de las obras.
Pero toda ostentación es costosa en este caso los 35.000 euros mensuales que pagaba el político por el apartamento lo demuestran. La vivienda todavía no tiene comprador, se vende por la friolera de 14 millones de dólares (9,9 millones de euros) quizá ese es uno de los motivos.