El número oficial de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) aumentó en 51.185 personas respecto a julio (un 1,25% más), hasta alcanzar un total de 4.130.927 desempleados -4.719.537 una vez eliminado el tradicional maquillaje estadístico y casi 2 millones sin percibir ya ningún tipo de prestación-. En los últimos doce meses, el paro ha aumentado en 161.266 desempleados, un 4,06% interanual más, según informó este viernes el Ministerio de Trabajo.
Esta subida de agosto, mes en el que suele aumentar el desempleo, es menos pronunciada que la registrada hace un año: en 2010 agosto arrojó 61.083 parados más (1,56%) respecto a julio, y 340.581 respecto al mismo mes de 2009 (9,38%).
Una vez más, el Gobierno se ha agarrado a este dato para tratar de minimizar la subida del desempleo. En este sentido, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha destacado que el incremento de 51.185 parados en agosto ha sido menor que en el mismo mes de años anteriores y ha reiterado que hasta que no termine el ajuste en la construcción no habrá creación de empleo, si bien ha augurado que este momento "ya está cerca" porque el resto de sectores ya están registrando subidas de empleo neto.
Por su parte, la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, aunque ha valorado negativamente la cifra, ha recordado que agosto es un mes en el que el paro ha aumentado durante los últimos 11 años, y "la subida experimentada este año es la menor desde 2006 en este mes".
Aunque se trata de una afirmación veraz, es claramente incompleta. Por un lado, la evolución intermensual del paro no sirve para reflejar la tendencia real del mercado debido a las lógicas distorsiones que se producen en función del momento del año. De ahí, precisamente, que el dato clave a tener en cuenta sea la evolución interanual, ya que permite observar si la situación mejora o empeora respecto a hace un año. Por otro lado, centrarse únicamente en agosto ofrece tan sólo una imagen parcial de cómo ha resultado el período estival -junio, julio y agosto- en términos de empleo.
No en vano, cabe recordar que los meses de verano constituyen, generalmente, un período positivo para encontrar trabajo gracias al motor del turismo, como resultado del privilegiado puesto que ocupa España en cuanto a destino internacional. Y la cuestión es que el análisis estival del paro arroja un balance muy diferente al ofrecido por el Ejecutivo socialista. El verano de 2011 ha sido peor en materia laboral que el de 2010: más parados y mayor destrucción de empleo.
Peor balance de paro
Así, entre mayo y agosto del pasado año, el número oficial de parados registrados en las listas del Inem se redujo en 96.541 personas, un descenso del 2,03%, desde los 4,06 millones de mayo hasta los 3,96 de agosto. Sin embargo, durante el presente verano, España tan sólo ha logrado reducir esta cifra en 58.732, una caída del 1,4%, al pasar de los 4,18 millones en mayo a los 4,13 en agosto.
Aún así, se trata del mejor verano desde 2006, ya que en 2007, 2008 y 2009 el número de parados aumentó durante los meses veraniegos. Pese a ello, el problema es que el presente período estival ha evolucionado peor que el pasado año: la reducción del paro ha sido muy inferior tanto en términos absolutos como relativos.
Mayor destrucción de empleo
Además, la situación se agrava si se observa el ritmo de destrucción de empleo. La Seguridad Social perdió 136.834 afiliados en agosto respecto a julio (un descenso del 0,78%), con lo que el total de ocupados se situó en 17.500.517 cotizantes. Mientras, en los últimos doce meses han desaparecido un total de 215.947 puestos de trabajo, lo cual supone una destrucción de empleo del 1,22% interanual, según el informe del Ministerio.
En este caso, a diferencia de lo que sucede con el paro en agosto, el descenso de afiliados es muy similar al del año pasado. En agosto de 2010, la afiliación cayó en 131.854 personas respecto a julio (-0,74%) y en 284.846 respecto al mismo mes de 2009 (-1,58%).
Dada tal similitud, el Gobierno no ha podido en este caso afirmar que la situación haya mejorado en cuanto a creación de empleo. Por ello, se ha visto obligado a afinar algo más las comparaciones. Por un lado, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha destacado que la caída de la afiliación ha sido "inferior a la de años anteriores, como 2008, 2007 ó 2006", obviando así 2010 y 2009 -en plena crisis-, donde el descenso intermensual de afiliados fue muy similar (-0,74% y -0,78%, respectivamente).
Por otro, explicó que agosto es un periodo en el que, debido a factores estacionales, siempre se producen descensos en la afiliación. Granado recordó que en los últimos 25 años agosto ha sido un mes de descensos en la afiliación y aseguró que en la primera quincena de septiembre se recuperará "con mucha fortaleza".
Nuevamente, se trata de una verdad a medias. Al menos, así los demuestran los datos. El verano de 2011 ha resultado mucho más negativo que el de 2010. Durante el pasado año, el período estival -junio, julio y agosto- arrojó una destrucción de 45.433 empleos (0,25% afiliados menos respecto a mayo). Mientras, el verano de 2011 ha cerrado con 91.674 cotizantes menos respecto a mayo (-0,52%), es decir, el doble que en el verano 2010.
Tampoco se sostiene el hecho de que agosto siempre haya destruido empleo en los últimos 25 años, ya que lo relevante aquí es la intensidad y duración de tal fenómeno. Y es que, si bien la caída intermensual de la afiliación en agosto ha sido similar a la media del período 2003-2006, en plena burbuja, el empleo casi siempre ha crecido a nivel interanual.
Además, "a estas alturas del ciclo no hay que tener tan en cuenta los ritmos de destrucción de empleo si no el valor del agregado total", según afirma la patronal de empresas temporales (Agett). El problema clave es que España sigue destruyendo empleo, y los afiliados se sitúan ya en 17,5 millones frente a los 19,5 de mediados de 2007 -2 millones de empleos destruidos. El volumen total de cotizantes "ya está muy deteriorado y ha supuesto una vuelta a niveles de hace 6 años".
Lo mismo se podría decir del paro. El aumento de agosto (51.185 personas), aunque ha sido el más bajo desde 2006, sigue siendo muy superior al de años previos. De hecho, en la actual crisis económica el desempleo se ha incrementado en una media de 75.085 parados en los meses de agosto, mientras que en la anterior crisis 92-94 el paro disminuía una media de 21.158 parados. Y el problema es que España cuenta ya con una tasa de paro próxima al 21%, la más elevada de la UE.
Ante tal situación, no es de extrañar que los analistas de Agett auguren un nuevo fin de año nefasto para el empleo. Aunque la asociación reconoce que agosto ha sido siempre un mes tradicionalmente negativo para el empleo, debido a la finalización del período estival y con él empleos de temporada, no se puede justificar este hecho para los 136.834 empleos destruidos en el último mes.
El aumento del paro a un ritmo del 4,1% interanual, 51.185 personas más, y la caída del 1,22% en la afiliación pone de manifiesto que España sigue siendo incapaz de controlar "la sangría de paro", concluye la patronal.