La intervención de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) le va a costar al Estado más de lo previsto. La firma de servicios profesionales KPMG es la encargada de auditar las cuentas de la CAM y en pocas semanas presentará los resultados, ya que en este mismo mes se cumple el plazo para la recapitalización de las cajas.
Estos resultados van a repercutir directamente en los presupuestos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y todo apunta a que se va a producir un nuevo desembolso.
Si al déficit de 2.800 millones de euros que ya detectó el Banco de España se le suma el impacto del deterioro de los activos de la entidad que se ha producido en lo que va de año, las consecuencias para el organismo serán devastadoras. El FROB tendrá que cubrir la provisión de esos deterioros, y requerirá un inyección de capital adicional por, al menos, otros 1.000 millones de euros, según informa el diario Cinco Días.
Las únicas opciones del FROB para cumplir las necesidades de la CAM serán acudir a los mercados con una nueva emisión de bonos o recurrir a la línea de crédito respaldada por el Estado. El organismo ya ha gastado 10.100 millones de los 16.750 de los que dispone para cumplir con el proyecto.
La puesta al día de los riesgos de la CAM exigirá, por tanto, una capitalización cercana a los 4.000 millones de euros. Hay que tener en cuenta que el FROB no ha sido el único organismo público en financiar el proceso de recapitalización, ya que el Banco de España habilitó una línea de crédito por 3.000 millones de euros con la que garantizar su liquidez.
La CAM ya habría consumido casi en su totalidad esta línea debido a la huida de depósitos y a la imposibilidad de obtener financiación en el mercado de capitales. Esta cuantía se considera un préstamo y, "en teoría", la caja tendrá que devolverla una vez restablezca su base de depósitos.