Cuentan que un profesor de Economía de la Universidad de Texas, al comprobar que muchos de sus alumnos apoyaban el sistema socialista, propuso un experimento con las notas de la asignatura. En lugar de poner a cada uno la calificación que correspondiera a su examen, pondría a todos la nota promedio de la clase. Así no habría gente con 10 ni gente con 0. Todos serían iguales. Y, en efecto, la nota de la clase en el primer examen fue un 6. La catástrofe llegó en el segundo. Los que en el primer examen estudiaron para 10 y sacaron un 6, decidieron que no merecía la pena esforzarse. Y los que no habían estudiado pero también obtuvieron un 6, felices ellos, concluyeron que lo mejor era seguir sin esforzarse. En el examen definitivo toda la clase suspendió. Cuando esto pasa en economía no se produce un suspenso general, sino la miseria masiva y el conflicto social. Son las nefastas consecuencias de cargarse el sistema de incentivos de responsabilidad individual para pasar a uno utópico de responsabilidad colectiva.
Europa está proponiendo exactamente lo mismo con respecto a la crisis de deuda pública. Desde los países con graves problemas en sus cuentas, entre ellos España, se ha insistido tanto en crear el atractivo sistema de eurobonos que Bruselas ha adoptado la exigencia como necesaria. Pero, ¿qué son los eurobonos? El sistema de eurobonos supone la unificación de la deuda pública de todos los países del euro mediante la garantía comunitaria de las emisiones de deuda. Es decir, que los países más solventes y responsables, como Alemania, se verían obligados a pagar los mismos intereses que los irresponsables países en quiebra virtual, como Grecia. Lo que se propone es aplicar el sistema puramente socialista a la deuda pública dentro de la unión monetaria europea.
La idea ha sido aplaudida en España de forma generalizada. Incluso en Libertad Digital, el columnista Jaime de Piniés considera que pese a que Alemania tendría que pagar más por sus intereses, "para los demás países miembros del euro tiene que haber ventajas y unas tasas de interés más bajas", ya que "es lo mínimo que se puede esperar de una unión monetaria". Supongo que es normal que desde España se pida la implantación de los eurobonos, pues debido al estado de nuestras cuentas públicas saldríamos ganando a corto plazo. Sin embargo, este sistema destruiría la economía europea en menos tiempo del que pensamos. Y es que no sólo la emisión de eurobonos es injusta. Además elimina el sistema de incentivos del mercado, y transforma la gestión de la deuda pública en un mecanismo socialista que alienta la irresponsabilidad.
Cuando Grecia o España descubran que pueden despilfarrar cuanto deseen, ¿alguien cree que los políticos no van a reventar sus cuentas públicas? Y cuando los alemanes descubran que da igual lo austeros que sean, que pagará los mismos intereses que sus vecinos despilfarradores, ¿alguien cree que no se sumarán al carro? El resultado final del sistema de eurobonos es el mismo que el de la clase de la Universidad de Texas. El mismo resultado que el de todos los países socialistas que han existido en la Historia: la ruptura del sistema de responsabilidad individual, y como consecuencia, la miseria.