El consejero delegado de Starbucks, Howard Schultz, ha realizado un llamamiento a los líderes empresariales de EEUU para dejar de financiar las campañas electorales de los políticos hasta que los dos grandes partidos acuerden un plan serio para reducir el déficit y garantizar la sostenibilidad fiscal del país a largo plazo.
Schultz acusa a los políticos de haber dilapidado "la confianza que teníamos en nosotros mismos, en el futuro y en nuestra capacidad para resolver juntos los problemas [...] Los representantes fracasaron en (su tarea de) dirigir", indicó.
El pasado 2 de agosto, tras varias semanas de arduas negociaciones, republicanos y demócratas acordaron elevar una vez más el techo de deuda pública para evitar la suspensión de pagos de EEUU. Sin embargo, según lo acordado, ambos partidos deben ahora iniciar una nueva ronda de debates para tratar de consensuar un plan creíble con el fin de garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Tales propuestas deberán votarse en el Congreso antes del 23 de diciembre. "Nuestro objetivo es obligar a nuestros representantes a resolver con civismo, honestidad y con la voluntad de relegar a segundo plano su propia reelección, los desafíos fiscales de la nación a largo plazo", señaló Schultz. "Esta es la razón por la que nos comprometemos a dejar de contribuir en las campañas electorales del presidente y de todos los representantes del Congreso hasta que se alcance un acuerdo justo, bipartidista", según informa la web Politico.
Hasta entonces, su compañía, la mayor cadena de cafeterías del mundo, no aportará financiación a las campañas políticas. En un escrito dirigido a los principales líderes empresariales del país, Schultz solicitó que se sumen a esta novedosa iniciativa, de modo que las grandes empresas no donen dinero a los políticos hasta que se solvente de forma satisfactoria el grave problema de la deuda y el déficit público.
En otro mensaje dirigido a sus empleados, el directivo aseveró que ha llegado la hora "de la ciudadanía y no del partidismo. Es tiempo para la acción [...] Simplemente, creemos que en este momento de gran incertidumbre el Gobierno necesita disciplina, la gente necesita trabajo y los líderes deben dirigir".
El objetivo último de Schultz es que los estadounidenses se declaren en huelga contra sus políticos, negándose a donar ni un solo dólar hasta que se solvente el problema fiscal. "La crisis de la deuda es realmente el símbolo de un problema mayor, el de que nuestros líderes no son líderes", agregó. "Los líderes de EEUU necesitan poner sus pies en los zapatos de los trabajadores estadounidenses... En lugar de pensar tan sólo en sus propios intereses políticos".