El Ministerio de Trabajo e Inmigración lleva cuatro meses presumiendo de la caída del desempleo en España pero lo cierto es que sin su habitual maquillaje y el efecto estacional de la temporada veraniega, estos datos perderían la lectura positiva que le intenta dar el departamento de Valeriano Gómez.
Según los datos oficiales que Trabajo ha presentado este martes, en el mes de julio hay 42.059 desempleados menos que en junio. Este dato sitúa el número total de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo el pasado mes en 4.079.742 millones de personas. Otro dato oficial que hay que tener en cuenta es que en términos interanuales el paro ha aumentado en 171.164 personas (+4,38%).
Parados que no son parados
Hasta aquí están las cifras oficiales. Pero hay que tener en cuenta que el Ministerio de Trabajo tiene una muy peculiar definición de lo que es un parado. Dentro de las cifras de desempleados hay dos grupos importantes de personas que no tienen un empleo y lo están buscando, pero que Trabajo ha decidido considerar que no son parados:
- Una categoría es la de los "no ocupados/teass": en este epígrafe se incluye a desempleados que están haciendo algún tipo de formación (cursillos del INEM). Y hay que recordar que para cobrar la ayuda de los 400 euros es obligatorio apuntarse a estas clases). También están en esta categoría las personas que se benefician del subsidio del PER y que la mayor parte del año no trabajan.
- La otra categoría es la de "demandantes de empleo con disponibilidad limitada" que son desempleados que tienen intención de trabajar pero no lo hacen porque exigen una serie de condiciones a la hora de aceptar un empleo (horario, elección de jornada, en el extranjero, en su propia comunidad...).
Trabajo siempre ha utilizado estas categorías para maquillar en parte la cifra de parados. Pero en este mes de julio ese maquillaje ha llegado a niveles difíciles de recordar. Trabajo ha metido dentro de los "no ocupados/teass" a 96.698 personas más en julio para utilizar las estadísticas a su favor antes de las elecciones. Si en junio (ver imagen inferior) los que acudían a cursos de formación y demás actividades eran 275.407 personas ahora hay 372.105 personas en esta categoría.
Esto no es casualidad. Desde hace meses, el Gobierno ha asociado el cobro de determinadas prestaciones por desempleo a la asistencia a estos cursillos. Por ejemplo, la paga de 400 euros para los parados que hayan agotado su prestación está ligada a la formación. Y los jóvenes, seguirán el mismo camino (hay 600.000 en esta circunstancia). Su eficacia para mejorar la formación de los parados o para conseguirles un empleo está por demostrar (aunque hay de todo, desde los muy útiles a los absolutamente prescindibles), pero para maquillar las cifras del paro han demostrado ser una herramiento difícilmente mejorable.
De hecho, sin esta categoría, el paro habría crecido este mes en 54.000 personas, en vez de haber caído en 42.000, como ha defendido el Gobierno.
En total, una vez eliminado el maquillaje las cifras concluyen que el número real de parados asciende a 4.678.183, casi 600.000 de personas más que los datos oficiales.
Estacionalidad
Al efecto maquillaje se suma el efecto estacional del verano. En estos meses el sector turístico es el más peso tiene en la economía española y en este periodo muchos parados logran encontrar una ocupación. Pero este efecto es momentáneo y vuelve siempre sobre sus pasos en otoño y en invierno. Incluso los datos oficiales también tienen en cuenta las cifras en términos desestacionalizados (que son mucho más precisas desde un punto de vista estadístico). De esta manera, sin el "efecto verano" hay 29.603 desempleados más que en junio.