El Euríbor, principal indicador al que están referenciadas las hipotecas en España, ha cerrado el mes de julio en el 2,183%, lo que supone el nivel más alto registrado desde enero de 2009, cuando se encontraba en el 2,622%, informa Europa Press.
El indicador ha cerrado julio por encima del nivel que marcó un mes antes (2,144%) y un año antes (1,373%), y encarecerá las letras de las hipotecas de los usuarios a los que les toque ahora la revisión anual. Concretamente, los usuarios de una hipoteca de 150.000 euros a un plazo de 25 años y con un diferencial de Euríbor más 0,8% experimentarán una subida en su letra de unos 61 euros al mes y 738 euros anuales.
El Euríbor mantiene una escalada alcista cuyo arranque se remonta a finales de 2009 y cobra fuerza en 2010, después de haber marcado un máximo en julio de 2008, cuando se estableció en el 5,39%. En 2011, el indicador arrancó en el 1,55% y sólo se ha tomado un descanso en su movimiento al alza el pasado mes de junio.
Los analistas consultados por Europa Press indican que el indicador está muy ligado a las decisiones de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que hace dos semanas subió los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 1,5%.
Los expertos dan por descontado que el instituto emisor europeo volverá a subir los tipos de interés en lo que queda del año, lo que repercutirá en el bolsillo de los consumidores de una hipoteca a raíz de su impacto en el Euríbor.
La progresiva subida de este indicador de referencia coincide con la contracción de los préstamos para la compra de vivienda, tal y como confirma el saldo hipotecario, que bajó un 3,93% en mayo, su mayor caída desde que existen registros, y recaló en 1,051 billones de euros. La actividad crediticia hipotecaria comenzó a desacelerarse con el estallido de la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos en agosto de 2007, tras registrar crecimientos superiores al 20% en la fase más aguda del 'boom' inmobiliario en España.
Asimismo, la subida del Euríbor coincide con las cada vez mayores dificultades de algunos colectivos para hacer frente al pago de sus obligaciones de pago y el aumento de los desahucios, junto a la ola de desafecto ciudadano hacia la banca de algunos movimientos como el 15-M.
El Banco Santander anunció esta semana que ayudaría a sus clientes de hipoteca que entren en paro o registren un descenso de ingresos del 25% a hacer frente al pago de la letra con una moratoria de tres años sobre el capital principal. En este sentido, BBVA sostuvo ayer jueves que la entidad ya ayuda a miles de sus clientes hipotecados en apuros y busca soluciones adaptadas a cada caso para facilitar el pago de la letra, ya que el embargo de la vivienda es la peor opción para el banco y los particulares.