El objetivo es dejar a Grecia, que está al borde de la suspensión de pagos, con una deuda sostenible y zanjar el debate.
El contagio a Italia y España de la crisis ha activado todas las alarmas. Por ello, la UE planteará en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del próximo jueves aumentar el potencial del fondo de rescate para comprar deuda. Se trataría de que ese fondo intervenga directamente en los mercados para recomprar una parte importante de los bonos griegos, cuyo coste de financiación asfixia las posibilidades de recuperación de Atenas.
Junto con esa medida, los países de la eurozona estudian reducir los intereses que pagan los países rescatados por las ayudas recibidas, y ampliar los plazos de devolución.
Mientras, las pruebas a la banca muestran que dos de cada tres entidades europeas entrarían en pérdidas ante un agravamiento de la crisis. En España, la banca afronta pérdidas de 46.000 millones de euros en el sector inmobiliario en dos años. Estas pérdidas subirían a 65.900 millones en un escenario adverso.