Además de las subvenciones que reciben en función del número de cargos electos y papeletas depositadas después de cada cita electoral, los partidos políticos también reciben "para su funcionamiento" otras cantidades en función de la representación que ostentan en las Cortes Generales y el resto de cámaras autonómicas.
Incapaces de adaptar su ritmo de gasto a las cuotas de sus afiliados, los partidos deciden por unanimidad esquilmar el erario público con unas entregas mensuales que se hacen públicas cada trimestre.
En el segundo trimestre del 2011, según anuncia el ministerio del Interior, los partidos con representación parlamentaria se han repartido 20,5 millones de euros, con cantidades que van desde los aproximadamente 9 millones que han trincado PP y PSOE respectivamente, hasta los 54.000 de Nafarroa Bai.
A estos efectos, los socialistas son los más beneficiados puesto que trincan por partida doble. Por un lado el PSOE obtiene 8,1 millones y por otro, su marca federal catalana, el PSC, se apropia de otro millón y medio de euros.
Hablamos tan sólo de los trinques acumulados en el segundo semestre del presente año, por lo que al final del presente ejercicio PP y PSOE pasarán de 35 millones de euros cada uno y eso sólo en lo que respecta a su presencia en la cámara legislativa nacional, cuyos gastos generales, por cierto, ya pagamos todos los españoles en partida aparte. Si sumamos lo que obtienen por cada voto, por cada diputado autonómico y por cada concejal, está claro que la única empresa rentable en la España de la devastación económica zapateril es el partido político con presencia en las Cortes.
Por supuesto semejantes cantidades son completamente independientes de los sueldos, dietas y demás gabelas que los profesionales de la política se asignan mensualmente y cuyos emolumentos son aprobados precisamente por ellos mismos en las cámaras respectivas. Como siempre, por unanimidad.