Después de varios meses mareando la perdiz semántica (de "quitas selectivas" a "reestructuración", pasando por "refinanciación" o "participación voluntaria"), Alemania y Holanda se han rendido a la evidencia. Las dos economías más fuertes de la eurozona junto a la francesa han asumido que Grecia quebrará se llame como se llame al proceso que comienza ahora. Lo que queda por determinar es qué parte de esa bancarrota asumirán los socios de la UE (bueno, sus contribuyentes) y qué parte acabará en los balances de los acreedores privados (fundamentalmente bancos). Pero lo sustancial: que Atenas incumplirá sus compromisos de pago, ya parece un tema zanjado.
Alemania y Países Bajos mantienen su exigencia de que la banca aporte una contribución "sustancial" al segundo rescate de Grecia, incluso aunque las agencias de rating interpreten esta participación del sector privado como un impago, según ha repetido este lunes el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager.
Holanda: "Una participación sustancial del sector privado es una precondición para Países Bajos y Alemania", ha dicho De Jager a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la eurozona consagrada a la crisis de deuda. "No decimos que tenga que ser obligatoria, todavía queremos que sea voluntaria, pero algunas agencias de rating verán cualquier participación sustancial como no completamente voluntaria", ha explicado. "Queremos que se haga de forma voluntaria, pero tiene que haber una participación sustancial del sector privado. Es nuestro compromiso y lo que nuestro parlamento pide", ha insistido el ministro holandés, según recoge Europa Press.
Alemania: Por su parte, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha dicho que no es urgente aprobar el segundo plan de rescate a Grecia porque el país cuenta ya con financiación suficiente hasta septiembre tras la ayuda de emergencia de 12.000 millones aprobada la semana pasada. "Hemos puesto en marcha lo que Grecia necesitaba y ahora negociaremos rápidamente, pero sin precipitación, un nuevo programa para Grecia. Estamos en la dirección correcta", ha señalado.
Tanto Schäuble como su homólogo holandés han descartado que se agrave el contagio de la crisis a Italia. "Italia está en medio de una decisión presupuestaria que no es fácil, pero el borrador presentado por el ministro italiano de Finanzas es muy convincente", ha apuntado el ministro alemán. "No tengo dudas de que Italia adoptará las decisiones correctas. Se trata de la agitación habitual antes de estas reuniones, no debe tomarse demasiado en serio, Italia va en la buena dirección", ha insistido Schäuble.
Bélgica: En contraste, el ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, ha admitido su "preocupación" por las "tensiones en los mercados no sólo en Italia sino en otros países de la eurozona". Por ello, ha reclamado acordar ya "líneas directrices sobre la participación del sector privado en la solución para Grecia". "Tenemos un acuerdo de que debe ser una participación voluntaria, no debe ser dinero nuevo sino la reutilización de préstamos existentes. Y todo el mundo debe participar, y ello significa no sólo los bancos sino también los fondos de pensiones y las aseguradoras", ha indicado Reynders.
Grecia: Por su parte, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, ha reclamado "un mensaje muy claro y enérgico a favor de la estabilidad no sólo en Grecia sino también en la eurozona y más allá de la eurozona".