La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, aseguró este miércoles que "a corto plazo" no habrá ninguna modificación en los impuestos, ni directos ni indirectos, si bien recordó que la presión fiscal en España es inferior en 7 u 8 puntos a la media europea, "en parte por culpa de la crisis".
En declaraciones a Onda Cero, Salgado se refirió así a las palabras del ministro de Fomento, José Blanco, en las que afirmaba que España no es capaz de mantener un sistema bueno de conservación de las infraestructuras "sin tocar" los impuestos.
Estas declaraciones ser produjeron después de que la Asociación de Constructoras de Obra Pública (Aerco) propusiera ayer la articulación de un impuesto sobre los combustibles para los vehículos que circulan por carretera.
La nueva tasa se traduciría en el cobro de entre tres y cinco céntimos de euro por cada litro de combustible vendido. Según el presidente de Aerco, Javier Sáenz de Cosculluela, esta medida lograría reunir los 350 millones de euros al año que, según sus cálculos, necesita la red estatal de carreteras y parece que son parecidos a los cálculos del ministro porque no descartó esta medida.
Blanco completó su mensaje con la excusa que siempre aparece en boca de los políticos cuando suben los impuestos: en Europa son mayores.
"Nuestro país tiene que plantearse si con nuestros recursos y con la menor carga impositiva de la UE se pueden mantener las carreteras, los trenes y el Estado del bienestar
Salgado señaló que las declaraciones del ministro son, "como en otras ocasiones", una reflexión a más largo plazo y añadió que ahora lo que se necesita es que se recupere el consumo, informa EFE.
La vicepresidenta admitió que los informes que maneja el Ministerio de Economía hablan de una previsible desaceleración en el segundo trimestre en toda Europa, que no crece como los países emergentes, una circunstancia que "ya se sabía". En la misma línea está España, aunque la vicepresidenta subrayó que seguirá creciendo y cumplirá su objetivo de déficit.
Asimismo, señaló que el Gobierno se reúne con "relativa" frecuencia con los grandes empresarios para analizar la situación económica y que también lo hace con representantes de las pymes.