A pesar de la propaganda del Gobierno y medios afines, la verdad sobre la desastrosa situación del mercado laboral se abre paso. El paro, lejos de reducirse, aumentó en junio en 31.026 personas, mientras que el número de afiliados a la Seguridad Social se redujo en 49.544 personas, tal y como avanzó Libre Mercado.
Ambos datos se refieren a las cifras desestacionalizadas, ya que las cifras en bruto apenas tienen significado en una economía como la española con sectores tan estacionales como el turismo. El paro desestacionalizado ha aumentado en en 158.210 personas en lo que va de año, mientras que la caída de las afiliaciones se sitúa en 101.997.
Pero el camuflaje de la realidad no termina aquí, ya que se está fomentando de forma masiva el empleo a tiempo parcial, como se puede apreciar en el gráfico. De octubre a abril ha habido 48.979 empleados afectados por este problema, lo que supone casi 7.000 por mes, que siguen de alta en la Seguridad Social pero que son desempleados parciales.
Este problema se refleja en la Encuesta de Coyuntura Laboral, en la que se ve que hasta que comenzó la crisis el empleo a tiempo parcial aumentaba a la par del empleo a tiempo completo. Sin embargo, a partir de 2008 las dos líneas divergen y, mientras el empleo a tiempo completo baja, el empleo a tiempo parcial sigue subiendo. Es un aumento del subempleo que podría estar contribuyendo en estos momentos a ocultar unos 6.000 parados/mes.
Y por si fueran poco malos estos datos, el último día del mes de junio las bajas en la afiliación llegaron a 200.709, una cifra mucho mayor que la de junio de 2010 (+24.243), y que anticipa también unos resultados pésimos para el empleo en julio.
La propaganda del Gobierno dice que "no se dejará desprotegido a nadie ante esta situación", pero una vez más si acudimos a los datos veremos que esto es falso y que hacen exactamente lo contrario de lo que predican.
Se han conocido las cifras de beneficiarios de prestaciones por desempleo y, como se ve en el gráfico, no hacen sino bajar, y cada vez más rápido. Los beneficiarios por prestaciones contributivas han caído en 179.418 en lo que va de año, mientras que los de prestaciones no contributivas lo han hecho en 90.224.
En total, 269.642 personas que se han quedado sin nada, a las que habría que añadir los nuevos parados (sin corrección estacional), que son 21.730. En total, 291.732 personas, el 7,1% de los parados, en un sólo semestre.
El número de beneficiarios ascendía en mayo a 2,74 millones frente a un paro oficial de 4,18, pero si a esta cifra se suman los desempleados ocultos en la estadística de Trabajo, la cifra total de parados sin prestación supera los 1,9 millones.
Los parados, pues, se ven colocados en una situación imposible por un Gobierno atrapado por una ideología totalmente inoperante que, por una parte, le obliga a seguir con unas leyes que hacen que el mercado de trabajo sea incapaz de generar empleo y, por otra, por unas limitaciones presupuestarias debido a que, al no ser posible cumplir con todos los compromisos, recorta las partidas en las que les resulta más fácil hacerlo, aun cuando sea totalmente contrario a su ideología, que más que nunca demuestra ser de cartón piedra.
El mercado de trabajo español con las leyes actuales sólo podría crear empleo con altas tasas de crecimiento, y tras casi cuatro años de crisis éstas siguen siendo tan imposibles como el primer día. A día de hoy sólo protege a los que conservan su empleo, pero abandona a su suerte a aquéllos, cada vez más numerosos, que no lo encuentran.
La situación actual es insostenible para millones de personas y es urgente cambiar las leyes laborales para que se pueda generar empleo aun con bajas o nulas tasas de crecimiento, pues ésta es la única forma en que con la nueva situación económica surgida tras la crisis se puede defender a los más débiles de la sociedad.