Las subvenciones a las así denominadas "Organizaciones No (sic) Gubernamentales" no cesan por más penurias económicas que estén pasando los contribuyentes a los que se esquilma el bolsillo con tal motivo. Los pretextos para que este océano de dinero público no disminuya su oleaje en dirección a las ricas playas de la solidaridad organizada son tan numerosos que haría falta un nutrido equipo de auditores y mucho tiempo para su codificación, como sabe bien el lector de esta sección en la que de forma insistente traemos lo más florido de este capítulo presupuestario por el que desaparecen anualmente miles de millones de euros, y ello a pesar de la brutal crisis económica y los cinco millones de parados que soporta el país.
En esta ocasión se trata de una convocatoria de subvenciones realizada por el departamento de Trinidad Jiménez, que va a repartir nada menos que 290 millones de euros entre las ONG cercanas al poder socialista para financiar sus gastos de funcionamiento y hacer solidaridad por el Tercer Mundo en nuestro nombre.
El requisito para acceder a este voluminoso trinque presupuestario es que la organización en cuestión esté acreditada por el gobierno como "ONG calificada", que es la jet set del entramado solidario con dinero ajeno por el volumen de fondos que se puede llegar a recibir en caso de contar con ese marchamo.
Pero como ni así cubren sus expectativas de vaciar nuestro bolsillo, la propia convocatoria establece la posibilidad de que de una misma organización surjan numerosas filiales que, a su vez, se llevarán su trozo del pastel presupuestario. En este caso, el gobierno exige que al menos la organización "líder" (sic) tenga el reconocimiento administrativo de ser una ONG calificada según lo entiende el ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
En cuanto a los objetivos subvencionables, el dinero servirá para mantener las estructuras orgánicas de las ONG beneficiarias, sueldos, viajes y dietas incluidos. Además de lo anterior, un 15 por ciento del total de esta importante partida presupuestaria irá destinado a proyectos relacionados con la ideología de género y la promoción del aborto (salud sexual y reproductiva). En cambio, para acciones destinadas a la mejora del desarrollo rural y la lucha contra el hambre, el ministerio de Trinidad Jiménez ha decidido que con el 10 por ciento de la subvención es más que suficiente.