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La fiebre del lujo conquista China: deportivos, buen whisky y Cartier

Cerca de un millón de súper ricos son clientes potenciales de las empresas de lujo más famosas del mundo.

La economía China ha mostrado un ritmo de crecimiento trepidante en los últimos años que la ha llevado, precisamente, a situarse como la segunda economía mundial, tras anotar un crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) del 9,1% en 2009 y de un 10,3% en 2010, tan sólo superada por EEUU.

Este crecimiento se ha visto ralentizado por los efectos de la crisis económica y por dos de los principales problemas que sufre el país: la formación de la burbuja inmobiliaria y una elevada tasa de inflación, que ha llegado a situarse en mayo de 2011 en el 5,5% (el peor dato en tres años), a pesar de los esfuerzos del Gobierno chino por frenarla, aumentando los tipos de interés o el coeficiente de caja de la banca en los últimos meses.

Si el incremento de la renta, del nivel de vida de la población y la evolución del entorno empresarial contribuyeron a la creación de un fenómeno denominado el "boom del consumo chino", sobre el que muchos analistas sitúan cercana su fecha de caducidad al tratarse de una economía sobrecalentada, existe un sector de la población, que lejos de verse afectado por los malos augurios de los economistas, se ha consolidado en China en los últimos años... Los millonarios.

Según el informe Los viajeros chinos del lujo, que elabora la revista Hurum, en la actualidad, China se aproxima a tener cerca de un millón de millonarios entre su población, personas con una fortuna superior al millón de euros, lo que sitúa al país a la cabeza del mayor número de millonarios y multimillonarios en el mundo.

Según el Informe Hurum Riqueza 2011, de esta misma revista, hasta abril de 2011 China contaba con 960.000 millonarios, un 9,7% más que los 875.000 registrados el pasado año, y un aumento del 16,3% respecto a los los millonarios de 2009 (825.000). Otro grupo que también ha aumentado su tamaño son los multimillonarios del país asiático, aquéllos que poseen un patrimonio superior a los 100 millones de yuanes (10,8 millones de euros), esta élite a vuelto a crecer en los 4 primeros meses de 2011, situando la cifra de los más acaudalados del país en 60.000 personas.

Rupert Hoogewerf, el autor de la lista, asegura que "todavía hay una gran cantidad de riquezas escondidas en la economía china" e, incluso, se atreve a afirmar que existen cerca de 4.000 de estos multimillonarios que su informe no ha podido contabilizar.

El perfil de los ricos chinos

Casí el 50% de los millonarios chinos viven en Pekín, Shanghái y Cantón, siendo la capital china la preferida por la clase adinerada, acumulando un total de 151.000 residentes.

Los nuevos ricos chinos pertenecen sobre todo al sector de la construcción, pero también al manufacturero. Hoogevert apunta que las diferencias entre el milllonario chino y el europeo son claramente reseñables y destaca la edad como la principal característica que los distinge, ya que este grupo tiene una media de 39 años, 15 menos que la internacional.

La clase alta china es cada vez más sofisticada, tal y como refleja sus hábitos de consumo: los coches de lujo, la ropa, la vivienda (suelen tener alrededor de tres en propiedad) y los muebles son los productos que concentran la mayor parte del gasto de la clase pudiente. A la hora de invertir en su tiempo de ocio, los millonarios señalan los clubes exclusivos, los restaurantes de lujo y los viajes como sus actividades favoritas.

Destaca también una nueva oleada de interés por beber buenos vinos, el whisky, el coleccionismo de arte (nacional y extranjero) y relojes de lujo.

Tanto el aumento del deseo por estar sano y mejorar la calidad de vida como la preocupación de las familias acaudaladas por la educación de sus hijos, han llevado a los millonarios a aumentar el gasto en sanidad y en educación. Los padres desean enviar a sus hijos al extranjero, aumenta la preocupación por el conocimiento del inglés y son EEUU y el Reino Unido los destinos estrella para la formación de sus estudiantes.

Los fabricantes del lujo miran hacia China

Ha sido el informe de la Asociación Mundial del Lujo (WLA) el último en confirmar el auge de la clase millonaria china, asegurando que el país superará a Japón como el mayor consumidor de articulos de lujo del mundo en 2012, incluso prevé que sus ventas para el próximo año se sitúen en los 10.000 millones de euros.

Por ello, es el mercado idóneo para los fabricantes de productos de alto nivel que han visto en China la figura de un consumidor potencial. A día de hoy, cerca de dos tercios de las marcas más lujosas del mundo han abierto establecimientos dentro de sus fronteras.

La presencia de las marcas de alta gama en el país asiaticó es tal que China ya se ha convertido en el mayor demantante de Louis Vuitton, el mayor fabricante de bienes de lujo del mundo. También otra francesa, Hermés, consciente del "furor chino por el consumo", decidió igualmente orientar su estrategia comercial hacia China. Así, en septiembre de 2010, sacó al mercado Shang Xia, una marca dedicada y adaptada a la clientela china, seducida por la ostentación.

El gusto por la elegancia ha disparado la demanda de joyas, carteras, cuero y zapatos, a través de marcas de alta gama. Cartier, Gucci, Armani o Prada lo tienen claro y están aprovechando el auge del mercado, plagando las calles de las principales ciudades del país con sus tiendas.

Otro gran beneficiado por esta situación ha sido el fabricante de coches alemán Daimler, que duplicó sus ventas de vehículos Mercedes en 2010, llegando a colocar en China cerca de 150.000 unidades y situándose a la cabeza en cuanto a expansión de marcas de lujo en el sector chino de automóviles.

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