El Parlamento griego aprobó este miércoles el nuevo plan de ajuste que desbloquea la ayuda de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario internacional (FMI) para evitar la quiebra del país el próximo mes.
El impopular plan de ajuste cuantificado en un paquete de recortes de 28.000 millones de euros y subidas de impuestos ha sido respaldado por la mayoría de diputados, incluyendo al socialista Alexandros Athanassiadis, que previamente había votado en contra.
La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional habían demandado medidas de austeridad antes de dar vía libre a un paquete de ayuda urgente valorado en 12.000 millones de euros. Sin estos fondos Grecia hubiera tenido que presentar la bancarrota a mediados del próximo mes de julio. La votación ha tenido lugar en medio de un ambiente de protestas populares en la misma puerta del Parlamento.
La votación
En una votación ajustada el Gobierno logró el respaldo de 155 de los 298 diputados presentes en el Parlamento, con lo que da vía libre a un impopular programa de recortes, subidas de impuestos y privatizaciones por valor de 78.000 millones de euros. En contra votaron 138 legisladores y cinco se abstuvieron. Uno de los votos a favor provino de la diputada Elsa Papadimitríu, de la oposición conservadora de Nueva Democracia, que rompió la disciplina de partido a favor del "no".
La decisión de Papadimitríu compensó el voto negativo del diputado socialista Panagiotis Kurumplis, que ha sido expulsado del partido gobernante Pasok, por lo que la mayoría parlamentaria del Gobierno queda en 154 escaños.
Poco antes de la crucial votación, el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, había instado a los diputados a elegir entre "el camino duro del cambio o la catástrofe". "La suspensión de pagos acabaría con el sistema de salud, las escuelas, reduciría las pensiones en un 80 % y también los sueldos de todos los funcionarios públicos", advirtió el jefe del Gobierno.
"Por ello, debemos por todos los medios evitar que se derrumbe el país, corregir los errores y avanzar con iniciativas comunes", dijo. "Hoy pedimos un voto de confianza, no al Gobierno, sino por una Grecia diferente, con perspectiva y esperanza", afirmó.
"Grandes cambios"
La aprobación del plan de ajuste y privatización abre a Grecia la posibilidad de recibir en julio un tramo crediticio pendiente de 12.000 millones de euros, con lo que evitará la suspensión de pagos. "Es hora de grandes cambios y de continuar los esfuerzos para poner en orden nuestro hogar. No es hora de dar un paso atrás y desfallecer", alentó Papandréu, informa Efe.
El líder de la opositora Nueva Democracia, Antonis Samarás, negó su apoyo al programa de ajuste al afirmar: "Ahora no se decide si el país se derrumba, sino si damos un paso más hacia el derrumbe".