El Real Jardín Botánico cuenta con una colección muy interesante de especies vegetales que, sin embargo, padece una cierta ausencia de ejemplares venidos de extremo oriente a juicio del gobierno. En opinión de sus responsables, las reales instalaciones botánicas están desequilibradas hacia especies ibéricas, algo por otra parte comprensible dado que España forma parte precisamente de esa península, así que han decidido que todos los españoles hagamos un esfuerzo presupuestario, otro más, con el fin de que nuestro jardín más visitado tenga un aspecto más igualitario.
Serán 200.000 euros los que nos vamos a gastar en comprar bonsáis para instalarlos en el Jardín Botánico, en cuyo lote se exige expresamente que aparezcan ejemplares de Pino Blanco Japonés, Arce de tres puntas o de Membrillo en Flor, dicho sea esto último sin intención de señalar.
Todos los ejemplares deberán tener como mínimo 20 años de edad y haber sido cuidados con el mimo y el respeto habituales en las grandes creaciones de esta disciplina entre lo artístico y lo botánico. Además, tendrán que estar perfectamente saludables y con ausencia total de plagas tras pasar la debida cuarentena, so pena de no ser admitidos en la colección y, por tanto, descontado su precio del total de la contrata.
La entrega de los ejemplares se hará a finales de este año según los pliegos de la contratación, así que a comienzos del año próximo el Real Jardín Botánico contará con una nutridísima representación de este arte milenario venido de extremo oriente.