Bitcoin es la primera moneda electrónica descentralizada y pseudo-anónima del mundo. No tiene ningún banco central o ninguna otra autoridad que la controle, ya que las transacciones se comprueban a través del uso de criptografía y una red P2P de internet, la misma tecnología que revolucionó en su momento la industria musical con las descargas.
Todos los nodos de la red Bitcoin son iguales y la masa monetaria tiene un límite de 21 millones de unidades, aunque divisibles en unidades de hasta ocho decimales para facilitar cualquier tipo de transacción por pequeña que sea.
El proyecto fue presentado al mundo de manera muy discreta en 2009 por Satoshi Nakamoto, un alias, que colgó en Internet una descripción de la tecnología y el software open source que la implementaba.
Tras un inicio con apenas algunos seguidores en todo el mundo, Bitcoin ha saltado a la fama, primero a través de los blogs de internet, para más tarde llegar a los principales medios del mundo. Diarios como el New York Times, Wall Street Journal, Forbes, Le Monde, The Economist, y cadenas de televisión como Bloomberg o CNBC han publicado noticias sobre el proyecto. La tendencia en Google Trends muestra un interés creciente. Pero quizás la mayor prueba del interés es que el precio de 1 bitcoin ha pasado en apenas un año de unos céntimos a rondar los 15 dólares.
¿Cómo funciona Bitcoin?
Para usar bitcoins sólo hay que bajarse un software gratuito y abierto y, por tanto, cualquiera puede revisar su código y verificar que hace lo que promete y nada más. El programa te muestra los bitcoins disponibles y te da una dirección desde la que recibir y enviar bitcoins a otras personas de la red en cualquier parte del mundo de forma instantánea. Además, te permite crear direcciones adicionales para aumentar tu privacidad y las comisiones por transacción son nulas o muy bajas.
La clave del éxito reside en resolver el problema de validación de transacciones electrónicas para evitar que alguien use la misma moneda electrónica dos veces, pero de manera descentralizada. El dinero electrónico sufre el problema de poder gastarlo dos veces, ya que no es más que un conjunto de bits almacenados en un ordenador, y por ello nada te impediría copiarlos y gastarlos tantas veces como quieras.
Hasta ahora se creía que se necesitaba un intermediario, por ejemplo Visa o Paypal, que valida todas las operaciones, de manera que cuando alguien gasta dinero se le descuenta de su cuenta, garantizando al resto que no vuelve a gastarlo. Pero Satoshi Nakamoto no estaba contento teniendo que confiar y pagar a intermediarios para ejecutar transacciones por internet.
Usando criptografía y un registro abierto compartido a través de nodos P2P, Bitcoin consigue evitar esta limitación. El software de Bitcoin crea automáticamente a cada usuario una clave criptográfica privada que se usará para firmar todas sus transacciones. Esta transacción firmada se envía a la red Bitcoin, que la valida y almacena de manera que ahora el nuevo propietario es el único que puede gastar esos bitcoins. Este desarrollo tecnológico ha sido aclamado de forma unánime, incluso por los más críticos con el proyecto.
Los encargados de verificar estas transacciones reciben el nombre de "mineros", en analogía al hecho de extraer oro de una mina. Los "mineros" son ordenadores de la red Bitcoin que han decidido dedicar capacidad de procesado a comprobar que las transacciones son válidas. A cambio, cada cierto tiempo reciben una cantidad de bitcoins como compensación. Esta actividad se ha especializado y se realiza con tarjetas gráficas, más eficientes para las tareas criptográficas.
Algunos usan el ordenador de casa, otros montan ordenadores con 3 Ó 4 tarjetas gráficas de dedicación exclusiva. Gracias a esta red de "mineros" distribuida por todo el mundo se comprueba la validez de las firmas criptográficas de las transacciones y se evita el fraude. Actualmente, la capacidad de procesado de la red Bitcoin es de más de un TeraHash/s, que para hacerse una idea es superior a los 100 superordenadores más potentes del mundo juntos, y sigue creciendo.
Bitcoin evita la creación de demasiadas monedas adaptando la dificultad, manteniendo así su crecimiento regular, hasta llegar al límite de los 21 millones en 2040, momento en el que dejará de crecer y se mantendrá constante. A partir de entonces, los "mineros" se financiarán a través de las comisiones de las transacciones, que se mantendrán bajas gracias a la competencia.
Evitar la inflación y la intermediación del sistema financiero, con el fin de limitar los ciclos recurrentes que el actual sistema monetario produce, es una de las razones esgrimidas por Satoshi Nakamoto para crear Bitcoin, que pretende ser una especie de "oro digital". Nakamoto toma, explícitamente, la teoría austríaca del ciclo como inspiración.
¿Qué se puede comprar?
El éxito explosivo del último año ha llegado a pillar por sorpresa a los más veteranos del proyecto. Además de la ya mencionada revalorización desde apenas unos céntimos hasta los 15 dólares, se han creado empresas dedicadas a intercambiar bitcoins por las monedas de los gobiernos en todo el mundo, el más famoso de los cuales, MtGox, ha llegado a procesar transacciones por valor de 1 millón de dólares al día. También hay páginas de clasificados y de subastas tipo Ebay.
Ya es posible comprar con bitcoins comida y productos de higiene, café de calidad, relojes de lujo, ordenadores y múltiples servicios de internet, tales como telefonía o páginas web, una estancia en un hotel de lujo cerca de Disneylandia o calcetines de Alpaca (a la vez motivo de orgullo y cachondeo entre la comunidad Bitcoin debido a que fue de los primeros negocios en aceptarlo).
Numerosos autónomos ofrecen sus servicios a cambio de bitcoins, desde diseñadores de web y programadores hasta consultores financieros y paletas. La lista de negocios que aceptan bitcoins es, obviamente, aún pequeña comparada con otras monedas, pero resulta sorprendente tratándose de un proyecto tan joven organizado a través de internet. La web del proyecto mantiene una lista de negocios que aceptan bitcoins que no para de crecer.
Una de las anécdotas que mejor refleja lo inesperado del éxito es una de sus primeras transacciones. A principios de 2010, cansado de que no aceptaran bitcoins casi en ninguna parte, un usuario hizo una oferta para que le compraran una pizza y se la trajeran a su casa. Otro usuario aceptó y cobró lo equivalente en ese momento de su coste en dólares: 10.000 bitcoins, o abreviado BTC. Año y medio después, 10.000 BTC representan unos 150.000 dólares, convirtiendo esa pizza en la más cara de la historia.
Su uso no ha estado exento de polémica. Hace un mes se supo que una web llamada "Silk Road" (La ruta de la seda) permitía la compra y venta anónima de todo tipo de productos, incluidos drogas ilegales. La página web hace uso de la tecnología Tor, que te permite moverte por internet anónimamente y usa bitcoins como medio de pago, ya que también te permite mantenerte anónimo si se siguen una serie de precauciones. No han faltado los políticos que han pedido el cierre de la página web y han criticado la moneda alegando su uso para comprar drogas o blanquear dinero. Los defensores de Bitcoin se han distanciado de "Silk Road" y alegan que cualquier dinero en efectivo es usado para comprar drogas incluidos euros y dólares.
Levanta el interés de los hackers
El proyecto también ha sufrido sus primeros contratiempos recientemente. Empezando por la primera denuncia de un gran robo de bitcoins, ya que Bitcoin posee todas las ventajas del dinero en efectivo, pero también sus inconvenientes. Aunque no se ha podido confirmar, un usuario denunció el robo de 25.000 BTC, unos 375.000 dólares al cambio actual, usando supuestamente un virus troyano para acceder al ordenador del usuario con el sistema operativo Windows y ordenar al software el envío de los bitcoins a la dirección del ladrón. Los responsables del programa Bitcoin más usado han anunciado el uso de encriptación y password en su próxima versión para evitar este tipo de situaciones.
Además, hace unos días la principal bolsa de cambio, MtGox, fue hackeada. El atacante bloqueó el acceso y se dedicó a ejecutar transacciones que elevaron el precio desde unos centavos hasta los 17 dólares, provocando confusión durante unos minutos. MtGox ha sido cerrado un par de días hasta que se corrijan los problemas técnicos, pero ha prometido dar marcha atrás en todas las transacciones ejecutadas por el hacker.
Este incidente recuerda al reciente ataque sobre el banco Citigroup, donde los hackers se hicieron con el control de las cuentas en dólares de miles de usuarios de la entidad. Y es que Bitcoin tiene el dudoso honor de ser la primera moneda alternativa del mundo que llama la atención a criminales de internet. Ante el suceso, algunos comentaristas predijeron el colapso de los bitcoins, pero en estos momentos se intercambia sin problemas en el resto de bolsas de cambio al valor de entre 13 y 15 dólares.
Bitcoin tiene nodos y usuarios en todo el mundo, pero las dos mayores áreas de crecimiento han sido Estados Unidos y los países de la Europa del Este. Sin duda, la crisis actual y las acciones de los bancos centrales han ayudado a esta joven moneda a reclamar su lugar en el comercio local e internacional. Su naturaleza descentralizada le otorga la capacidad de competir con las monedas que los gobiernos imponen a sus ciudadanos y alejar el pago a distancia y las finanzas del actual sistema bancario.
El proyecto aún tiene por delante muchos desafíos, el principal convencer a los comerciantes de sus ventajas para que adopten su uso y acepten los bitcoins como medios de pago, pero, sin duda, es uno de los proyectos que más interés y sorpresa ha levantado últimamente en el área económica.