Las subvenciones para el cine español son tan abundantes como variadas en sus objetivos, puesto que los españoles, todos, financiamos la confección de guiones, la producción de películas, su distribución y, por si todo eso fuera poco, también pagamos a nuestros cineastas y toda su troupe para que acudan a promocionar sus maravillas audiovisuales en los festivales nacionales y extranjeros.
En la primera entrega del despilfarro cinematográfico de lo que va de año, el ministerio de Cultura ha repartido un total que roza los 30 millones de euros entre las productoras de cine español. Este dispendio responde a dos conceptos denominados "ayuda general" y "ayuda complementaria".
La primera supone que todos los contribuyentes, hayamos o no ido a ver estas películas, entregamos a los cineastas una subvención equivalente al 15 por ciento de lo que cada película ha recaudado en taquilla, lo que implica un gasto de 4,5 millones de euros. Por su parte la otra subvención, denominada, "complementaria", nos obliga a pagar al productor la tercera parte de los costes de la película según los cálculos del aspirante al trinque, lo que en esta primera edición nos va a costar un total de 24,8 millones de euros.
La mayor subvención de las distribuidas en esta primera entrega ha correspondido a la productora Fernando Trueba P.C., S.A., que se lleva 848.383 euros por la producción de la película "El Baile de la Victoria".