La consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía ha blasonado en rueda de prensa de que su comunidad autónoma será también este año la que más dinero destine a la ayuda internacional gracias al PACODE (sic), Plan Andaluz de Cooperación para el Desarrollo, en virtud del cual las ONG cercanas al poder socialista, sindicatos y similares se reparten cada año una cifra que habitualmente supera de largo los cien millones de euros.
La Junta de Andalucía no ofrece en su página web información detallada sobre el importe que este año va a destinar a esta ayuda exterior para la que, como el resto de autonomías, no tiene competencias constitucionales. De hecho, la información económica más reciente de la Agencia Andaluza para la Cooperación Internacional para el Desarrollo, AACID, nos retrotrae al ejercicio 2009, curiosamente el año en que saltaron a las primeras páginas de los diarios nacionales las subvenciones escandalosas concedidas a la UGT para "cooperación internacional al desarrollo", que por importe de 1,2 millones de euros incluían programas tan curiosos como la realización de unas "Jornadas sobre Cooperación Sindical Andalucía-América Latina" (sic) con un coste de más de 44.000 euros con cargo al bolsillo de los contribuyentes andaluces.
En el año 2009, el último ejercicio en que hizo públicas las cuentas de su programa de cooperación exterior, la Junta de Andalucía dilapidó un total de 113.648.802 euros por este concepto, de los que más de 2,3 millones fueron entregados a los sindicatos a través de convenios específicos firmados anualmente para llevar a cabo diferentes actividades de solidaridad internacional.
Según los presupuestos generales de la comunidad autónoma andaluza para 2011, la Junta presidida por Griñán gastará este año 96,5 millones de euros en "acción exterior" y "cooperación internacional", lo que le permitirá seguir liderando este particular ranking del derroche autonómico, dudoso honor del que sin embargo su consejera de Presidencia se felicita públicamente. No es para menos.