Asimismo, ha asegurado que en el último ejercicio fiscal, la banca aportó el 14,4% del total de la recaudación del Impuesto de Sociedades, siendo su participación en el PIB "menos de la mitad de esa cifra", un 6,6%, por lo que ha descartado la posibilidad de fijar un impuesto específico a las entidades financieras, pues ya existe un "gravamen directo" a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), informa Europa Press.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha expresado en estos términos durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, en respuesta a la diputada de ICV, Nuria Buenaventura, quien le había planteado esta propuesta, que ya aplican comunidades como Extremadura o Andalucía, gobernadas por el PSOE, así como propusieron los socialistas en Madrid y Castilla-La Mancha.
Lo que sí ha apoyado el jefe del Ejecutivo es la creación de un gravamen a nivel internacional sobre las transacciones financieras para introducir transparencia y control sobre el sistema financiero, una tasa indirecta que complementaría los "gravámenes espaciales y directos" a la banca como el FGD, un objetivo al el Ejecutivo destinará "todo su empeño político".
ICVI cree que se equivoca no haciéndolo
Buenaventura ha replicado que es necesario una tasa a la banca en España y ha advertido que "se equivoca no haciéndolo", pues este impuesto permitiría, aplicando un tipo del 0,5% ganancias importantes, rebajar el déficit sin recortar gastos sociales. "No es una cuestión solamente económica, sino también política ante los miles de indignados por la crisis generada por especulación financiera e inmobiliaria", ha insistido.
Habría que pagar la reestructuración vía PGE
Zapatero, que ha aprovechado para remarcar que "a pesar de las dificultades" es "demostrable" que España vive el "momento de mayor protección social", ha insistido en que el FGD gravan el 0,6% a bancos y el 1% a las cajas "para proteger a los inversores". Asimismo, ha remarcado que este fondo sirve para acometer una "posible reestructuración" que habría que financiar con Presupuestos Generales del Estado (PGE) si existiera un impuesto a las entidades.