Según la Memoria de Supervisión Bancaria correspondiente al pasado ejercicio, publicada este lunes por el Banco de España, este descenso obedeció a que, si bien hubo menos requerimientos de recursos propios (se redujeron el 0,9%), esta caída fue menor a la que experimentaron los recursos propios computables (del 3,7%), con lo que el superávit de estos recursos propios alcanzó 88 millones de euros, informa EFE.
La Memoria de Supervisión Bancaria explica que la disminución de recursos propios computables no impidió que los recursos propios básicos, que representan el 85,4% del total, crecieran, anticipándose así al nuevo entorno que exigirá mayores requerimientos de capital a las entidades.
El descenso de las reservas, del 6,3%, que a finales de 2009 representaban el 59,5 % y al concluir 2010, el 53,8 %, fue la causa de que los recursos propios básicos crecieron tan sólo el 3,7 % en el año. Entre los factores que lastraron el aumento de los recursos propios básicos, el Banco de España cita el aumento de las deducciones y, en menor medida, el descenso de instrumentos como participaciones preferentes y acciones sin voto. Por lo que respecta a los recursos propios de segunda categoría, se redujeron el 17,2 %.
Según los datos contenidos en la Memoria, a cierre del pasado diciembre había 339 entidades de crédito en España, catorce menos que un año antes, debido fundamentalmente al proceso de reestructuración de las cajas de ahorros y al descenso en el número de establecimientos financieros de crédito.
Las entidades consolidaron durante el pasado año la tendencia iniciada en la segunda mitad de 2008 y redujeron un 2,8 % el número de oficinas operativas, que quedaron en 43.303, un descenso que se debió fundamentalmente al cierre de sucursales de cajas de ahorros. Éstas pasaron de 24.252 a 22.750 sucursales, en tanto que los bancos, incluyendo los nacionales, las filiales y sucursales extranjeras, pasaron de 14.879 a 15.251.
Asimismo, el personal de las entidades de crédito también se redujo un 2,1%, con un total de 263.392 empleados, y lo mismo ocurrió con la red de cajeros, que pasó de 60.005 a 59.309. El volumen de tarjetas de crédito y débito en circulación cayó hasta 93,7 millones, desde los 96,3 millones de 2009, una media de 2,4 tarjetas por cada habitante mayor de 16 años. El número de terminales punto de venta creció ligeramente, desde 1,44 hasta 1,48 millones.
Un año más, señala la Memoria, la actividad supervisora del Banco de España, cuyo objetivo es determinar y mantener actualizado el perfil de riesgo de cada entidad, tomando medidas correctoras si es necesario, estuvo marcada por la crisis económica y financiera desencadenada en 2007. En total, la entidad realizó 179 actuaciones supervisoras in situ el pasado año y remitió 192 requerimientos, de los cuales más de la mitad -el 56 %- se referían al riesgo de crédito.
El informe destaca también que durante todo el ejercicio sólo se realizó una intervención, la de Cajasur, el 22 de mayo, que designó al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) como administrador de la entidad, que 55 días después fue adjudicada a la BBK.