El primer ministro de Grecia, George Papandreou, no ha logrado alcanzar un consenso con los lideres de los principales partidos de la oposición sobre un nuevo conjunto de medidas de austeridad destinadas a evitar una reestructuración de la deuda helena.
En un intento por garantizar el próximo tramo de la ayuda de 110.000 millones de euros acordada con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Consejo de Ministros decidió acelerar el plan de privatizaciones y aprobar medidas fiscales adicionales por valor de 6.000 millones de euros para convencer a los mercados de que puede pagar su deuda sin necesidad de una reestructuración.
Desde la UE han insistido claramente en que un amplio consenso político sobre la manera de avanzar en la recuperación económica es necesario para obtener más ayuda, dada la necesidad de llenar el vacío de financiación creado por la incapacidad del Gobierno de recurrir a los mercados, informe Europa Press.
Para ello, Papandreou se ha puesto en contacto con los líderes de los partidos de la oposición en un esfuerzo para lograr que se sumen a su programa, pero no ha tenido éxito. "El Gobierno está cargando la economía con nuevas tasas. Esto trae más recesión, no menores déficits", aseguró el líder del partido conservador, Antonis Samaras.
Después de su encuentro con Papandreou, Samaras aseguró que no iba a aceptar una receta para salir de la crisis que se ha demostrado que es "equivocada", y añadió que su partido está a favor de la privatización, pero en contra de "cesiones en un momento de pánico".
Por su parte, el ministro de Finanzas, George Papaconstantinou, aseguró en una entrevista a 'Skai TV' que el FMI no desembolsará la parte de la ayuda correspondiente al próximo mes de junio si la UE no se compromete a cubrir las necesidades de financiación de Grecia en 2012.