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El manifiesto alternativo: menos impuestos, Estado mínimo y más mercado

Triunfa en internet un documento que reformula los planteamientos de los acampados en Sol en clave liberal.

Desde que se conocieron las reivindicaciones básicas de los miles de acampados en la Puerta del Sol, hubo muchas personas a izquierda y derecha que se sintieron identificados con algunos de sus planteamientos. En los documentos se mezclaban cuestiones referentes al funcionamiento democrático (reforma de la Ley Electoral, control de los cargos públicos, fiscalización de los partidos,...) con propuestas económicas propias de la izquierda anticapitalista (subidas de impuestos, expropiaciones, intervencionismo en el mercado laboral,...). Fueron las webs democraciarealya.es y nolesvotes.com las que canalizaron este descontento y organizaron las manifestaciones del pasado domingo, origen de las acampadas, las asambleas y los documentos de esta semana.

Desde que se iniciaron las concentraciones en la Puerta del Sol, se comenzó a hablar de un movimiento heterogéneo, que incluía a liberales, votantes de UPyD e IU, socialistas desencantados, comunistas o anticapitalistas. Todos estos grupos se unieron alrededor de un denominador común: el deseo de cambiar las leyes electorales. En su opinión, el sistema ha degenerado en una partitocracia dominada por las ejecutivas del PP y el PSOE y en la que resulta casi imposible el crecimiento de los partidos minoritarios. En est línea, se incluyen propuestas dirigidas a controlar a los cargos públicos y fiscalizar las cuentas de los políticos.

El problema es que a estas reivindicaciones genéricas referidas sólo a la parte política han ido sumándose otras de carácter económico. Y claro, éstas no son tan genéricas ni son susceptibles de ser aceptadas por todos los que acudieron a las primeras convocatorias. Por eso, hay mucha confusión sobre quiénes son los que están en Sol, qué quieren o cuál es su adscripción política. En las últimas horas, sin embargo, se ha ido definiendo el perfil de los asambleístas: jóvenes, de izquierdas, anticapitalistas y radicales. No todos son así, por supuesto, pero sí lo son los que ganan las votaciones y perfilan los documentos que se hacen públicos como propuestas.

Con este panorama, muchos de los que protestaban en un comienzo podían sentirse incómodos. Una reivindicación surgida para cuestionar el papel de los partidos se estaba convirtiendo en un movimiento liberticida, anticapitalista e intervencionista. Por eso, en las últimas horas ha sido una sorpresa el relativo éxito que ha tenido en internet el manifiesto ¡Libertad Real Ya!.

Con este documento, el Partido de la Libertad Individual (P-Lib) ha planteado un enfoque liberal a las reivindicaciones que surgían de Sol. Es un manifiesto simétrico, incluso en la forma en la que está planteado, que acepta algunas de las propuestas y le da la vuelta por completo a las demás. Además, no plantea un programa de máximos ultraliberal ni nada parecido. Es, simplemente, un recetario liberal para cambiar el actual sistema. Tan revolucionario, simple y novedoso como eso.

¡Libertad Real Ya!

El manifiesto se divide en ocho apartados. Copia los puntos de democraciarealya.com, mantiene aquéllos con los que está de acuerdo, tacha en los que disiente y los redacta de nuevo.

El primer apartado sorprende, porque bajo el epígrafe de "Eliminación de los privilegios de la clase política" se mantienen los cinco puntos planteados por Democracia Real Ya: "Control del absentismo político, supresión de privilegios, eliminación de la inmunidad, publicación del patrimonio y reducción de cargos de libre designación". Son cuestiones que afectan a las reglas del juego y que concuerdan con el planteamiento liberal: control de la casta política y reducción de los privilegios injustificados asociados al cargo.

Sin embargo, las coincidencias acaban aquí. En el resto del documento, apenas unos pocos puntos se mantienen sin tachar. Por ejemplo, en el apartado dos, "Contra el desempleo", el manifiesto liberal tacha todas las propuestas intervencionistas de las que tanto se habla en los últimos días.

Hay que recordar que España ya tiene uno de los mercados laborales más rígidos del mundo (especialmente en el tema de los despidos y del control de las relaciones laborales), lo que ha generado una tasa de paro que supera al doble de la media europea. En su lugar, piden "desregular el mercado laboral, liberalizar la edad de jubilación, eliminar las subvenciones a las empresas, dejar la contratación en manos del libre acuerdo entre las partes y eliminar las trabas a la contratación".

Lo mismo ocurre en el epígrafe de "Derecho a la vivienda". En Sol se habla de "expropiación" de las viviendas vacías (un guiño al movimiento okupa y una propuesta con reminiscencias chavistas) y ayudas al alquiler, similares a las actuales y que no han resuelto el problema. Mientras, el P-Lib pide un "respeto estricto a la propiedad individual, eliminación de los subsidios al alquiler para abaratarlos, eliminación de los impuestos a la vivienda y que se permita la dación en pago de las viviendas si así lo acuerdan las partes".

Luego vienen las reclamaciones sobre "servicios públicos de calidad". De nuevo, el manifiesto liberal se sale del camino políticamente correcto habitual en los medios, para mejorar la sanidad, la educación o la Ley de Dependencia, piden un sistema de "cheques" (escolar, médico o asistencial) que garantice la cobertura a todos confiando en las empresas privadas para que presten los servicios.

También es especialmente llamativa la sección de "control de las entidades bancarias". En esta parte, el manifiesto liberal también está en contra "de cualquier tipo de rescate o inyección de capital" y aboga por que las entidades con problemas quiebren. En el resto, no hay acuerdo, puesto que se pide la "privatización total de la banca, liberalización del sector, fin del sistema de banca central, libertad de capitales y separación de Estado y economía".

En donde no hay ningún acuerdo es en el epígrafe de "fiscalidad". Los asambleístas de Sol piden subidas de impuestos, eliminación de las Sicav y la vuelta de tributos como el de Patrimonio o Sucesiones. Parecen olvidar que España ya es uno de los países europeos que paga unos impuestos más altos. Por su parte, la versión liberal exige "proporcionalidad fiscal, simplificación de los tipos, impuestos más bajos, eliminación de los tributos ideológicos y promoción de topes a la presión fiscal".

Los acuerdos entre el manifiesto intervencionista y el liberal vuelven en el séptimo punto, el de "libertades ciudadanas y democracia participativa". Así, ambos se muestran favorables a la eliminación del control en internet, la "protección de la libertad de información, referéndums obligatorios, modificación de la Ley Electoral y la independencia del Poder Judicial".

De nuevo, son apartados clásicos del ideario liberal, que aboga por sacar las manos de los políticos de internet, pide una normativa electoral más justa y que controle el poder de los partidos (bien mediante listas abiertas o por elección directa de los representantes) y exige la separación de poderes (especialmente en lo que hace referencia a la Justicia). Finalmente, en el punto octavo, "reducción del gasto militar", el manifiesto liberal recalca: "Completamente de acuerdo, reducción drástica".

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