Con Dominique Strauss-Kahn todavía en camino hacia la prisión de Rikers Island, los nombres de sus posibles sucesores comenzaron a aparecer a lo largo de este martes en la prensa de todo el mundo. Se buscan alguien con prestigio, que acumule experiencia en cargos de responsabilidad y que tenga la confianza de EEUU, la UE y los países emergentes. Pues bien, ya hay varios candidatos que se postulan o que dejan que otros hablen de ellos como posibles sucesores del político francés.
La cuestión clave es si la UE conseguirá mantener su cuota de poder al frente del FMI. Desde que se crearon el Fondo y el Banco Mundial tras la Segunda Guerra Mundial, se estableció un pacto tácito por el que el director general del FMI sería europeo, mientras que al frente del BM se situaba un norteamericano.
En una situación tan delicada como la actual, con los rescates de varios países europeos en la agenda del organismo, la UE luchará para que esta situación continúe al menos durante un mandato más. De hecho, en los últimos días han sido numerosos los dirigentes europeos -desde Angela Merkel a Elena Salgado pasando por Jean Claude Juncker- que han cerrado filas y han defendido que el Viejo Continente debería mantener a uno de sus ciudadanos al frente del FMI.
Mientras, los emergentes luchan porque su creciente peso en la economía mundial se refleje también en los principales despachos. ¿Quién ganará la batalla? Los siguientes son los nombres que más suenan en estos momentos, aunque la carrera por suceder a DSK no ha hecho más que comenzar y en las próximas semanas habrá millones de quinielas, mientras los grandes líderes mundiales se cruzan llamadas en busca de un candidato de consenso.
Christine Lagarde (francesa, 55 años):
La ministra de Economía gala tiene a su favor el apoyo de Nicolas Sarkozy. Francia no querrá perder un sillón tan influyente como el del máximo cargo del FMI. Además, tiene la ventaja de ser mujer, puesto que ninguna ha estado al frente de un organismo internacional de este peso. En contra, su nacionalidad: tras el escándalo de Dominique Strauss-Kahn, muchos no querrán ver a otro francés en su puesto. Un puesto tan deseado es complicado que caiga en el mismo país en dos ocasiones consecutivas.
Axel Weber (alemán, 54 años):
Al revés de Christine Lagarde, el ex gobernador del Busdenbank, cargo que ocupó durante siete años, entre 2004 y 2011, tendrá de su lado su carnet de identidad. Alemania es el país más poderoso de Europa y Angela Merkel quiere dirigir con mano de hierro el proceso de rescates en la UE, en el que el FMI tiene mucho que decir. Para lograrlo, sería de mucha ayuda tener a Weber en Nueva York.
Se habló mucho de su candidatura al Banco Central Europeo (BCE), pero su supuesta ortodoxia levantaba ampollas entre los socios europeos y el elegido fue Mario Draghi. Quizás su principal enemigo esté en casa, porque los diarios alemanes apuntan a la opción de Peer Steinbrueck, ex ministro de Finanzas con la propia Angela Merkel durante el Gobierno de la gran coalición. Steinbrueck es miembro del SPD (socialistas) y con su nombramiento Merkel conseguiría dos pájaros de un tiro: colocar a un compatriota al frente del FMI y quitarse un posible rival para las próximas elecciones generales.
Gordon Brown (británico, 60 años):
El ex primer ministro británico es el candidato más conocido. Desde que abandonó el número 10 de Downing Street, se ha hablado mucho de su candidatura a suceder a Strauss-Kahn cuando ésta acabase su mandato. A su favor tiene sus contactos con los líderes mundiales, a los que conoce, con los que ha negociado y con los que, incluso, ha trabado algunas relaciones de amistad.
En su contra, la oposición de su propio Gobierno. David Cameron lo descalificó con unas duras declaraciones hace apenas un mes, cuando todavía no se hablaba del relevo de Strauss-Kahn. Entonces, en una entrevista en Radio 4 de la cadena BBC, Cameron señaló que Brown no es la "persona más apropiada" para estar al frente del FMI porque no admitiría que el Reino Unido tiene un "problema de deuda" y pidió que el organismo mirase hacia otras partes del mundo que no fuesen Europa.
Kemal Dervis (turco, 60 años):
Este ex ministro turco de Economía, que actualmente es vicepresidente y director del programa de Economía Global y Desarrollo del Brookings Institution, podría ser el gran tapado para ocupar el sillón de DSK. No es europeo, pero casi; no es nacional de ninguno de los grandes países emergentes –Brasil, India, China, Rusia o Indonesia- pero tampoco es un candidato del primer mundo; además, conoce las instituciones económicas internacionales perfectamente, tras los 25 años pasados en el Banco Mundial, del que llegó a ser vicepresidente.
A su favor juega que nadie tendrá demasiado en contra de un técnico, con fama de buen gestor y que ha sido ministro de Economía en una etapa próspera de su país (de hecho, llegó en 2001, en medio de una fuerte crisis financiera y salió dejando unas cuentas saneadas y un crecimiento estable). En su contra, el poco peso de Ankara en la institución. Será el ganador sólo si los vetos a los demás candidatos le dejan como la opción menos mala para los grandes poderes.