Uno de los datos más interesantes que se publican para valorar la evolución del consumo y, en general, de la demanda interna son las ventas de las grandes empresas. Esto es así porque las ventas interiores supusieron en 2010 nada menos que 1,03 billones de euros, es decir, alrededor del 55% del volumen total de ventas de las empresas españolas.
En este sentido, los datos del pasado marzo no pueden ser más desalentadores, ya que las ventas totales, a pesar del buen comportamiento de las exportaciones, caen a su mayor tasa en 16 meses (-4,47%).
El aumento de las exportaciones (+10,2%, en todo caso el menor en lo que va de año) no ha sido suficiente como para compensar el desplome de las ventas interiores (-7,44%, la peor caída también en 16 meses).
En el gráfico se puede observar la evolución de las ventas totales, que muestran claramente su nueva tendencia a la baja, el buen comportamiento de las exportaciones y el desastroso desempeño de las ventas interiores, fiel reflejo del derrumbe de la demanda interna.
Por sectores, todos ellos están en negativo, sin excepción, tanto consumo como inversión, servicios, construcción o industria. Como puede fácilmente suponerse, el farolillo rojo es la construcción que, tras 41 meses consecutivos de caídas, todavía presenta tasas interanuales sobre el -20%. Las ventas en las empresas industriales se contraen a su peor tasa en 17 meses (-4,63%), mientras que los servicios lo hacen al -6,5%.
Las ventas de bienes y servicios de consumo caen a su peor tasa en 18 meses (-5,87%), mientras que los bienes y servicios de capital caen al -16,49%, manteniéndose en negativo desde hace 43 meses. Las ventas de bienes y servicios intermedios caen al -6,34%, el peor resultado en 18 meses.
Estos pésimos resultados vienen a confirmar la mala evolución que está teniendo en los últimos meses la economía española que, claramente, y a pesar de los repetidos anuncios en sentido contrario por parte del Ejecutivo, está desplomándose cada vez con mayor rapidez.