El Banco de España cree que no cabe esperar en los próximos meses una recuperación del crédito al sector privado debido a la debilidad de la economía, el difícil acceso al crédito y la natural disminución del endeudamiento de familias y empresas, que tanto había crecido en los años previos.
Así lo explica el boletín de estabilidad financiera de mayo publicado este martes, que señala que la morosidad del crédito de familias y empresas comenzó a reducirse en el último trimestre de 2010, en tanto que la mora del sector de la construcción e inmobiliario experimentó un leve repunte a finales de ese año.
Este repunte afectó en particular a las cajas de ahorros, ya que fueron estas entidades las que más "desequilibrios" acumularon en los años previos. Las correcciones en el valor de estos activos, hechas a través de las provisiones, equivalen aproximadamente al 9 % del PIB. No obstante, el Banco de España reconoce el esfuerzo realizado para sanear sus balances por las entidades de depósito españolas, que vivieron "un entorno muy complicado" en 2010.
Grecia, Irlanda y Portugal
La crisis de deuda soberana de los países periféricos de la zona del euro, que llevó a la intervención en Grecia, Irlanda y Portugal, provocó además a las entidades españolas grandes dificultades para financiarse.
Esta crisis tuvo un momento álgido de tensión en noviembre de 2010, aunque incluso entonces las entidades españolas pudieron acudir al mercado interbancario a través de las cámaras de contrapartida central, con lo que redujeron notablemente los fondos solicitados al Banco Central Europeo (BCE).
Por lo que respecta a las cuentas de resultados, el Banco de España destaca el efecto negativo de los menores márgenes y el deterioro de los activos, y señala la reducción de costes operativos como el medio para que las entidades saneen sus cuentas. En este sentido, el organismo espera que a lo largo de este año comiencen a verse los efectos -en los costes- del proceso de reestructuración del sector.
Exigencias de capital
Las nuevas exigencias de capital exigidas a las entidades españolas, dice el Banco de España, llegarán bien mediante ampliaciones de capital, bien a través de la salida a bolsa, aunque el informe recuerda que el organismo "está comprometido para aportar los recursos" necesarios. La entrada de inversores privados mejorará la profesionalización del sector y aumentará la disciplina.
Todo ello, en particular el rigor aplicado a las entidades españolas, debería "contribuir paulatinamente" a disipar las dudas de los mercados sobre las entidades españolas, siempre que la economía prosiga la lenta recuperación iniciada a finales de 2010 y que afiancen las medidas de consolidación fiscal y las reformas estructurales -del mercado laboral, de las pensiones-, emprendidas por el Gobierno.
Este proceso ha permitido a España alejarse de los países más conflictivos -Grecia, Irlanda, Portugal-, aunque parte del mérito hay que atribuirlo también, indica el documento, a la reforma del mecanismo de apoyo a países con problemas de la Unión Europea.