La situación es tan desesperada que estos consistorios incluso corren "serio riesgo" de no poder pagar las nóminas de sus empleados o las facturas de la luz.
Fuentes populares han avanzado a EFE estos datos, que han cifrado casi con exactitud al llegar a ellos, aclaran, por las advertencias que les han dirigido alcaldes del partido y de otras fuerzas políticas durante los últimos meses.
Según los populares el Ministerio de Política Territorial que dirige Manuel Chaves conoce esta situación, sin embargo esto no ha servido para que haya medidas para subsanar en parte el colapso que rozan los ayuntamientos.
¿Tormenta de impagos tras el 22M?
Por esta razón, y ante el "hartazgo" y "hasta la desesperación" de muchos regidores, los populares temen que después de las elecciones locales del 22 de mayo se desate una tormenta de impagos en esos consistorios que ya no tienen liquidez.
"Los alcaldes están esperando a después del 22M porque no saben si seguirán en los cargos, así que es muy probable que quien llegue a la alcaldía después de esa fecha o quien se mantenga en ella tome la decisión de hacer público que no puede ni pagar a sus trabajadores", explica una fuente del Partido Popular.
El problema para la formación que lidera Mariano Rajoy, sin embargo, no es tanto que se sucedan las insolvencias financieras como que, desde el Gobierno, no se vislumbren iniciativas para erradicarlas, o cuando menos, aliviarlas.
Grandes y pequeños
Las capitales de provincia y "las ciudades grandes" no se encuentran precisamente en una situación mejor, sostienen las mismas fuentes, pero, dada su envergadura, su vasto patrimonio, pueden recurrir a innumerables vías para sortear los problemas derivados de la caída de sus ingresos.
Ahora bien, en los municipios entre 1.500 y 10.000 habitantes el panorama es "desalentador". Estas localidades no solamente afrontan la escasez de liquidez por la imposibilidad de refinanciar la deuda o las trabas que les ponen los bancos para facilitar préstamos, sino que también observan que sus ingresos menguan y menguan porque los ciudadanos ya ni siquiera pueden pagar los impuestos.
Detrás de ello está la tasa de desempleo, según el análisis de una fuente del PP, toda vez que si en una familia están todos sus miembros o la mayoría de ellos en paro apenas podrán costear las tasas de basuras o impuestos como el IBI.
Junto a la caída de los ingresos, aparece el aumento de los gastos, los que proceden de dar prestaciones sociales a ciudadanos que no pueden llegar a final de mes.
Un destacado integrante de una dirección regional del PP cuenta a EFE desde el anonimato que en los últimos meses son frecuentes, casi diarias, las llamadas a compañías eléctricas como Iberdrola o Unión Fenosa para restablecer completamente el servicio eléctrico cortado en ayuntamientos que ya no tienen dinero ni para pagar las facturas de la luz.