El paro en España escala hasta una media del 21,29% en el primer trimestre del año, la tasa más alta desde 1997, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En total, el número de desempleados sube hasta los 4.910.200, récord absoluto de este indicador (1976).
Sin embargo, el drama del paro no golpea con igual intensidad en toda España. Así, seis regiones -casi un tercio del país- registran una tasa que oscila entre el 25% y el 30%, lo cual significa que más de una cuarta parte de su fuerza laboral se encuentra sin trabajo. Andalucía, con una tasa del 29,7%, lidera este particular ranking, seguida de Canarias (28,5%), Ceuta (26,4%), Murcia (26,2%), Baleares (25,4%) y Extremadura (25%).
Por el contrario, las mejor posicionadas en el ámbito laboral, son, por este orden: País Vasco (11,6%), Navarra (13,4%), Madrid (15,4%), La Rioja (15,4%) y Cantabria (16,4%).
El paro aumentó en 14 comunidades autónomas y en Ceuta en el primer trimestre y bajó sólo en tres regiones y Melilla. El mayor aumento lo registró Andalucía, con 60.200 parados más, seguida de Cataluña (40.900 parados más), Comunidad Valenciana (24.000) y Galicia (23.000 parados más). En el lado opuesto se situó Madrid, con 19.900 desempleados menos, Canarias (2.000 menos), La Rioja (300 menos) y Melilla (500 menos).
En cuanto a la ocupación, ésta también cayó en 14 comunidades, mientras que se mantuvo estable en País Vasco y aumentó en Canarias (11.700 ocupados más), La Rioja (600 ocupados más), Ceuta (100 ocupados más) y Melilla (3.000 ocupados más). Los mayores descensos se han registrado en la Comunidad Valenciana (50.500 empleos menos), la Comunidad de Madrid (36.800 empleos menos) y Andalucía (35.300 empleos menos).
Las peores 15 provincias
La situación es similar si se toma como referencia el paro a nivel provincial. En concreto, cinco provincias registran ya una tasa de desempleo superior al 30%, mientras que otras diez superan la barrera del 25%. De este modo, 15 provincias (el 29% del total) sufren un desempleo de entre el 25% y el 30%.
Los peores registros provinciales corresponden a Huelva (32,9%), Málaga (32,7%), Cádiz (32,7%), Almería (32%) y Las Palmas (31%). A continuación, le siguen Granada (29,2%), Córdoba (28,3%), Ávila (28,3%), Badajoz (27,2%), Castellón (26,9%), Sevilla (26,5%), Ceuta (26,4%), Murcia (26,1%), Tenerife (25,9%) y Baleares (25,4%). En el lado opuesto, tan sólo se sitúan por debajo del 12% Guipúzcoa (9%), Álava (11,5%) y Lleida (11,8%).
Otras claves de la EPA
Por otro lado, más allá del análisis territorial de los datos y del récord histórico del número de parados, la EPA del primer trimestre arroja algunas claves respecto a la evolución del empleo en España a lo largo de los últimos meses.
1. Cae la población activa
En primer lugar, cabe señalar que el aumento del paro (213.500 más respecto al trimestre anterior) no ha sido mayor que la destrucción de empleo (256.500 puestos de trabajo menos en el mismo período). ¿La razón? La población activa ha disminuido a nivel intertrimestral: el número de personas que desea trabajar cayó en 42.900 frente al trimestre previo, hasta un total de 23.061.800 personas.
"Es decir, sigue habiendo personas en edad de trabajar, que ante las escasas perspectivas de futuro, deciden abandonar la búsqueda activa de empleo", según destaca la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT).
En cambio, respecto al mismo trimestre del año anterior se produce un incremento de la población activa del 0,2%. Este incremento interanual de 54.800 efectivos se debe únicamente al colectivo femenino, que aumenta en 154.600, mientras que el masculino disminuye su cifra en 99.600. El perfil de la persona que se anima en el último año a la búsqueda de empleo sigue siendo el de una mujer mayor de 45 años.
2. Hogares enteros sin trabajo
Por otro lado, se agudiza el drama que atraviesan miles de familias españolas, ya que los hogares con todos sus activos en paro suma otros 58.000 en tan sólo un trimestre, ascendiendo así a un total de 1.386.000.
3. La mitad de los jóvenes, en paro
Por si fuera poco, la tasa de paro entre los jóvenes sigue creciendo hasta situarse en el 45,4%. Casi la mitad de los jóvenes en edad de trabajar están en el paro.
En concreto, los jóvenes parados han incrementado su cifra en 26.600 en el primer trimestre, situándose en los 867.200. Los parados mayores de 45 años, por su parte, se han incrementado en 69.000, hasta un total de 1.281.700.
3. Parados de larga duración
Los parados que llevan más de un año buscando empleo suponen el 46,6% sobre el total de desempleados, situando el agregado por encima de los 2,2 millones (2.286.700), cifra que no se alcanzaba desde el cuarto trimestre de 1994.
4. El sector público aún crea empleo
El sector público sigue contratando, en concreto 17.400 empleos más. Esto se debe tanto a la creación de empleo asalariado temporal, que gana en este trimestre 10.300 empleos, como a la creación de 7.100 de asalariados indefinidos. El sector público cuenta ya con un total de 3.185.900 asalariados, lo que supone una creación de 254.000 puestos de trabajo desde que comenzó la crisis (tercer trimestre de 2007).
Por su parte, el sector privado ha destruido 210.700 empleos, tanto en el ámbito de los asalariados indefinidos (-146.100) como en el temporal (-64.600). Desde que comenzó la crisis más de 2 millones de empleos han desaparecido del sector privado.
5. Temporalidad
Por último, la tasa de temporalidad del sector privado se reduce en 0,1 puntos porcentuales, hasta el 25%, mientras la del sector público aumenta en 0,2 puntos (hasta el 24%). La tasa de temporalidad global se sitúa, por tanto, en el 24,77% en el primer trimestre.
"Cifras obscenas"
Ante tal situación, el vicepresidente de Diálogo Social de la CEOE y presidente de Asuntos Laborales de CEIM, Francisco Aranda, ha declarado este viernes que "la anticuada normativa laboral española que padecemos es un claro obstáculo para la creación de empleo y fruto de ello tenemos las obscenas cifras de paro que hoy sólo se confirman de forma oficial".
Por ello, según afirma Aranda, es inaplazable favorecer la flexibilidad interna de la empresa para que crecimiento económico y creación de empleo sean fenómenos simultáneos. "De hecho el FMI ya nos ha alertado que podemos experimentar crecimiento económico, pero sin activar el empleo", advierte.
"En economías flexibles, registrar niveles de desempleo por encima del pleno empleo es un fenómeno del corto plazo, porque cuando hay flexibilidad, enseguida desaparece, debido a que las empresas se pueden adaptar; sin embargo, cuando no hay posibilidad de adaptación (salvo la extinción de contratos o el cierre de empresas), el paro se mantiene y se crea un peligroso desempleo estructural, que además actúa de tapón para la entrada al mercado de trabajo de los jóvenes".
Este fenómeno lo podemos detectar con claridad en Alemania, según Aranda. "La tasa de paro se ha reducido hasta el 7,1%, mínimo desde la reunificación, mientras el terrible paro español afecta a casi cinco millones de personas, lo que supone el 21% de la población activa aproximadamente, con lo que triplica ya el alemán, aunque partía del mismo nivel al inicio de la crisis".