Miguel Sebastián está eufórico. Este jueves, en la presentación de los datos de consumo de carburantes para automoción del mes de marzo, ha mostrado su cara más optimista ante la prensa. ¿El motivo? Que los datos demuestran, en su opinión, que una de las medidas más polémicas aprobadas por el Gobierno está teniendo los efectos buscados.
Se trata de la reducción de la velocidad máxima en las autopistas y autovías a 110 km/hora que entró en vigor el pasado 7 de marzo. Durante una comparecencia para evaluar su impacto, Sebastián señaló que en marzo el consumo de carburantes se sitúo en 2,39 millones de toneladas, el nivel más bajo desde marzo de 2003, gracias "fundamentalmente" a esta decisión del Gobierno. Eso sí, a pesar de este éxito, el ministro de Industria evitó avanzar si la reducción del límite de la velocidad se extenderá más allá del 30 de junio, cuando analizarán la situación del precio del petróleo y decidirán si se mantiene.
Sin embargo, el propio ministro de Industria ha reconocido en la rueda de prensa, ante las preguntas de los periodistas, que no todo está tan claro como aparentaba la documentación preparada por su propio equipo.
Las cifras de Industria
De acuerdo con las estimaciones de Industria, la limitación de la velocidad ha supuesto un ahorro de 177.000 toneladas de combustible en marzo, equivalentes a 1,1 millones de barriles de petróleo, aunque la medida no afectó al mes completo.
La caída de los carburantes de marzo se debe al descenso del 12,7 % en la gasolina, el mayor desde septiembre de 2001, y del 6,8 % en el gasóleo. En total, esto supone un recorte en el consumo del 7,9% (en datos desestacionalizados, eliminando el efecto Semana Santa, incluso sube un poco, hasta el 8,4%).
Con estas cifras, durante el mes de marzo se habría reducido la factura de los carburantes en 94 millones de euros, lo que a cierre del año daría un ahorro de 1.150 millones de euros en la balanza de pagos. Además, el dato de marzo, añadió Sebastián, contrasta con el aumento del 1,2 % de enero y con la ligera caída del 1,6 % de febrero.
¿"Mayor de lo esperado"?
El ministro de Industria quiso aprovechar la comparecencia para dar la "enhorabuena" y las "gracias" a los ciudadanos, que se han concienciado de la necesidad de ahorrar y subrayó que los resultados son "muy significativos" y "mayores de lo esperado", aunque reconoció que también han podido influir algo los elevados precios del crudo.
Sin embargo, esto es muy cuestionable. En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que aprobó la medida, Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró que con este cambio se reduciría el consumo de combustible en un 15%. Sin embargo, ésta no fue la única cifra que dio el Gobierno. En aquellos días, los cálculos fueron muy diversos y pasaron del "3%" de Sebastián (al que hay que reconocer que fue el más cauto) a la amplísima horquilla que ofreció José Blanco: "entre un 5 y un 22%".
Lo que Sebastián no sabe
Además, apenas unos minutos después de asegurar que la caída en el consumo de carburantes se ha debido "fundamentalmente" a la medida del Gobierno, Sebastián ha reconocido a preguntas de un periodista que no sabe cuanto ha podido influir la subida del precio de la gasolina.
En los carburantes, como en cualquier otro bien, una subida de precios lleva casi siempre aparejada una disminución en el consumo. Así, el incremento en el precio del tabaco (por ejemplo) ha provocado que en los últimos meses hayan caído las ventas de cajetillas. Además, esto se ha unido a la nueva ley antitabaco, que hace más difícil fumar en espacios públicos. Pero darle un peso a cada factor es bastante aventurado.
Los precios del petróleo han estado subiendo de forma constante desde hace más de dos años. Así, en noviembre de 2008 el barril de brent se cotizaba a menos de 40 dólares, mientras que este mismo mes superaba los 125 dólares. Y este incremento del precio ha llevado aparejado un descenso en el consumo de gasolina.
La gasolina también se ha encarecido, tanto por el incremento en el coste de la materia prima como por las decisiones de los gobiernos respecto a los impuestos (hay que recordar que más de la mitad del dinero que se paga de un litro de gasolina va destinado a impuestos). En los últimos tres meses, esta tendencia se ha acelerado, llevando a gasolina y gasóleo a marcar máximos históricos. Por ejemplo, el litro de diesel (el 80% del combustible consumido en España) ha pasado de 1,15 euros/ litro en diciembre, a 1,20 en enero, 1,23 en febrero y 1,28 en marzo. Son 13 euros y un 12% de incremento en apenas tres meses. Evidentemente, algo habrá influido esto también en la caída del consumo.
Una caída constante durante 3 años
De hecho, desde comienzos del año 2008 se está produciendo un descenso continuado del consumo de carburantes en España. Ha podido haber meses en los que ha crecido muy levemente este consumo (como en enero, cuando creció un 1,2%), pero la tendencia general se ha mantenido inalterable y apunta hacia una menor demanda de los hidrocarburos. De esta manera, en 2008 se consumieron 31.109 kilotoneladas, que bajaron a 29.789 en 2009 (-5,2%) y a 29.257 el año pasado (-1,8%).
Detrás de este descenso, pueden verse varias causas. En primer lugar, está la crisis, que empuja a muchos ciudadanos a dejar el coche en casa y viajar en transporte público, que suele ser más barato. Además, en España sigue creciendo el número de coches de gasóleo, que consumen mucho menos que los de gasolina. Por otro lado, los automóviles, camiones y furgonetas nuevos cada vez son más eficientes y consumen menos, lo que también ayuda. Y por último, está el pequeño pero constante efecto, desde hace unos meses, de la aparición de coches híbridos y eléctricos, que se cuelan en el parque automovilístico español y que, también, ayudan a la reducción del consumo.
También es verdad que la reducción de la velocidad decretada por el Gobierno ha podido influir. Los expertos apuntaron, cuando se aprobó, que esta medida supondría entre un 1 y un 2% de ahorro, puesto que, aunque bajar de 120 a 110 km/h puede llegar a suponer un ahorro de hasta un 10%, sólo un porcentaje pequeño de desplazamientos se realizan por turismos y por autovía (y sólo a éstos afecta la norma).
Sebastián ha asegurado este jueves que el 7,9% de descenso se debe "fundamentalmente" a esta medida. Luego, ha matizado que en realidad no se sabe qué porcentaje puede atribuirse a este cambio en la normativa y qué parte a la subida de los precios. Tampoco ha explicado por qué es el Gobierno el que decide por los ciudadanos si deben ahorrar o no; ya que quizás los españoles prefieran seguir pagando algo más en gasolina y seguir viajando a 120 km/hora. Parece que las cuentas le salen al ministro, pero la explicación se le atraganta.