El prurito subvencionador del gobierno no respeta ni siquiera fechas tan señaladas como la Semana Santa. O mejor dicho, es precisamente cuando la gente deja de prestar atención a los asuntos políticos cotidianos cuando los políticos hacen públicos en los oscuros diarios oficiales sus cambalaches más vergonzantes.
Es lo que ha ocurrido este pasado sábado con la publicación de las siempre interesantes subvenciones procedentes del Ministerio de Exteriores con destino las ONG superconcenciadas al objeto de trabajar por la paz, el desarrollo y, faltaría más, la alianza de civilizaciones.
En el último chorreo de dinero procedente de nuestros bolsillos, el Gobierno ha entregado 5,1 millones de euros a organizaciones tan meritorias como la Fundación Ferrer i Guardia, creada por la izquierda catalanista en honor de un insigne terrorista, a la que la Señorita Trini le ha endilgado 120.000 euros para la realización de algo llamado "Espacio de Libertad" (sic).
En el listado, compuesto en su mayor parte por asociaciones, fundaciones e institutos patrocinados por la izquierda más o menos extrema, hacen su aparición la indispensable Fundación Alternativas, a la que hemos ingresado 87.500 euros y el no menos indispensable chiringuito de Mayor Zaragoza, Fundación Cultura de Paz, al que hemos entregado nada menos que 300.000 euros para la "promoción y el fomento internacional y en red de una cultura de paz" (sic).
El listado completo no tiene desperdicio, con ejemplos tan bizarros como una subvención de 50.000 euros que hemos entregado a la Junta Islámica Catalana para, agárrense, el IV Congreso Internacional ¡de Feminismo Islámico! (sic), u otro dineral, 35.250 euros, que entregamos a los responsables de la fundación de la Universidad Complutense, para que debatan sobre la eficacia de la ayuda económica a las ONGs, con lo cual, se da la paradoja de que subvencionamos a unos señores para que estudien las subvenciones que les concedemos, y todo ello bajo el paraguas de la cooperación internacional.
¿Y qué entidades no pueden faltar en un reparto de dinero público? En efecto, los sindicatos. En este caso se trata la Confederación Sindical de Comisiones Obreras, a la que sólo le hemos dado por este concepto unos 20.000 euros. No aparece en cambio la UGT, seguramente porque al becario encargado de presentar la documentación para el trinque se le pasó la fecha. Seguro que en la sede central ha rodado alguna cabeza. Con la paz mundial, el desarrollo de los pueblos y la alianza de civilizaciones no se juega compañero.