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Alcorcón construye un centro cultural más caro que el Guggenheim

El ayuntamiento del municipio madrileño ha construido un centro cultural que ha salido más caro que el Guggenheim o la ampliación de El Prado.

Hace tres años dieron comienzo unas de las obras más polémicas (y caras) de la Comunidad de Madrid. Y no, por esta vez no tienen que ver con el alcalde de la capital, el siempre rumboso Alberto Ruiz Gallardón, sino con el de Alcorcón, una ciudad satélite de 170.000 habitantes situada a diez kilómetros de Madrid.

Se trata del Centro de Creación de las Artes de Alcorcón, más conocido por su acrónimo CREAA, un megacentro cultural compuesto por un auditorio, una sala de congresos, una de exposiciones, una multiusos y un circo estable. El complejo, que ocupa una manzana entera, es de una dimensiones extraordinarias y más para una ciudad de pequeño tamaño como es Alcorcón.

El CREAA es un proyecto muy personal del alcalde de la localidad, el socialista Enrique Cascallana, tan personal que los vecinos piensan que la inclusión del circo se debe a que el padre del alcalde fue payaso (de circo, se entiende). Desde el anuncio de su construcción ha despertado polémica. En lugar de instalarse en una zona industrial desmantelada (como fue el caso del Guggenheim en Bilbao) o en un área de expansión urbana a las afueras de la ciudad, el alcalde decidió arrasar un popular parque alcorconero, el de los Castillos, para levantar sobre él el centro cultural. El parque de los Castillos se encuentra en el barrio de San José de Valderas, junto a la A-5, y se llama así porque cuenta con dos pequeños castillos de estilo romántico construidos durante el reinado de Alfonso XIII.

Más caro que el Guggenheim y el Prado

El hecho de cargarse literalmente un parque tan emblemático ocasionó grandes protestas en Alcorcón hace unos años. Muchos vecinos se opusieron en un principio a la construcción del CREAA por el lugar elegido, no por el proyecto en sí. Posteriormente, han podido ver cómo, aparte de la desaparición del parque, van a quedarse sin blanca y endeudados para varias generaciones.

Levantar el CREAA ha costado más de 180 millones de euros. Una cifra que así, en frío, no dice nada, pero que habla por sí misma si la comparamos con dos grandes museos que se han construido o ampliado recientemente. El Guggenheim de Bilbao, por ejemplo, costó a finales de los años 90 algo más de 120 millones de euros, cifra más que respetable para la época. A cambio, el centro de la capital vizcaína recibió un impulso histórico y hoy son muchos los que la visitan sólo por ver el museo, aunque sea desde fuera.

En Madrid se ha acometido en esta última década la ampliación del Museo del Prado, una obra que venía reclamándose desde hacía mucho tiempo y que costó a las arcas públicas cerca de 150 millones de euros. La ampliación, inaugurada en 2007 y envuelta también en polémica (aunque en este caso estética), situó al Prado entre las mejores y más grandes pinacotecas del mundo.

Pero el CREAA de Cascalllana no es un museo. No posee colección propia ni espera tenerla en un futuro. Las aspiraciones del centro son mucho más modestas, simplemente "fomentar la creación artística y potenciar la producción y exhibición de manifestaciones culturales, con especial énfasis en las artes escénicas, pero sin olvidar la necesaria interrelación con otras disciplinas", según se extrae de su página web.

1.400 euros por habitante

Un fin loable, sin duda, pero que podría hacerse con mucho menos dinero. 180 millones de euros es demasiado para un municipio altamente endeudado y que a duras penas llega a los 170.000 habitantes. El consistorio debe la friolera de 234 millones de euros entre los créditos contraídos con la banca (146 millones) y lo que adeuda a los proveedores municipales (88 millones).

El ayuntamiento socialista ha conseguido que cada habitante, sin importar su edad o condición, deba casi 1.400 euros. Eso en una familia de cuatro miembros significa que la deuda supera los 5.000 euros con creces. Alcorcón se ha convertido de esta manera en uno de los municipios más endeudados del país, al menos en lo que a deuda municipal per capita se refiere.

En el CREAA todo están siendo gastos y más gastos a cuenta del contribuyente. Construirlo está costando mucho más de lo que estaba previsto, pero cuando se terminen las obras los alcorconeros tendrán que enfrentarse a su mantenimiento. Una cifra que aún no se conoce, pero que será digna de un centro multifuncional de ese tamaño y características.

Lo que sí se sabe es lo que cobra la directora del mismo, María del Valle Hernández. Según el ayuntamiento, 91.000 euros brutos anuales, un sueldo propio de un presidente de Gobierno. La realidad, sin embargo, es otra. Según ha hecho público el Partido Popular de la localidad, presidido por David Pérez, en las bases del concurso para ocupar ese puesto figura textualmente que "la retribución se establece en 100.000 euros brutos anuales, más un bonus anual, que podrá llegar hasta los 30.000 € brutos anuales, por la consecución de objetivos gerenciales, artísticos e institucionales, definidos por el Patronato de la Fundación". Resumiendo, si Hernández lo hace bien (y nada hace pensar que no será así) podrá embolsarse este mismo año 130.000 euros, un salario propio de un directivo de una multinacional.

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