El ministro del Presupuesto,François Baroin, consideró que esa decisión "es responsable en lo que respecta a las finanzas públicas, y garantiza pese a todo un aumento respetable del poder de adquisición de los funcionarios para el año que viene", informa EFE.
Tras una reunión mantenida esta mañana con las organizaciones sindicales, Baroin recordó que el poder adquisitivo de los funcionarios "que ha aumentado más del 10% desde 2007, se mantendrá por una serie de medidas individuales para cada uno de los departamentos funcionariales".
Los sindicatos, sin embargo, lamentan que sean los trabajadores públicos quienes "paguen" la política de rigor del Ejecutivo, el mismo mes en que el Gobierno ha propuesto que las empresas con dividendos paguen una prima de hasta 1.000 euros a cada trabajador, como forma de repartir de forma más equitativa los beneficios de las compañías.
"Confiábamos en que la decisión del año pasado se iba a revisar y que iba a haber un reconocimiento salarial para los funcionarios. La recuperación económica pasa también por la recuperación del poder de adquisición", señaló a la salida del encuentro la secretaria general de la Federación Sindical Unitaria (FSU), Bernadette Groison.
En junio del año pasado el entonces ministro de Trabajo, Eric Woerth, tras confirmar el compromiso de 2008 de aplicarles a partir de julio una subida del 0,5 por ciento, fue el encargado de oficializar la congelación del sueldo de los funcionarios para 2011, y de indicar que se abrirían negociaciones para discutir la evolución en 2012.
El déficit público de Francia, según cifras oficiales, fue del 7% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2010 y la deuda pública ascendió al 81,7% del PIB, frente al 78,3% de un año antes. Para este año el Ejecutivo se ha marcado como objetivo disminuir su déficit al 6% del PIB, al 4,6% en 2012 y por debajo del 3% en 2013, año en el que quiere cumplir con el Pacto de Estabilidad.