Jornada de alta tensión en las bolsas europeas y en el mercado de deuda pública. Los credit default swaps (CDS), un seguro para garantizar inversiones en caso de quiebra, de los bonos griegos repuntaron hasta los 1.220 puntos básicos ante los fuertes y crecientes rumores acerca de la posible suspensión de pagos de Grecia. Esto significa que un inversor tendría que pagar 1,22 millones para garantizar una inversión en bonos helenos de 10 millones.
Y es que, según el diario heleno Eleftherotypia, Atenas estaría ya negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las autoridades de la zona euro extender el vencimiento de toda su deuda pública (unos 340.00 millones de euros), y no sólo la cuantía del rescate internacional (110.000 millones), tal y como se había planteado hasta ahora.
Se trataría, pues, de retrasar el pago de los bonos, lo cual implicaría el default (suspensión de pagos), algo inédito en la historia de la zona euro. El proceso sería discutido el próximo junio e implementado en 2012, antes de que entre en vigor el nuevo Mecanismo permanente de rescate impuesto por Alemania (la quiebra ordenada de países). Según fuentes citadas por este diario, el Gobierno griego solicitó esta vía de escape a los líderes europeos durante la reunión informal del Ecofin celebrada en Hungría a principios de abril.
Aunque tales informaciones han sido desmentidas por Atenas, el rumor persiste. Fuentes de la Comisión Europea (CE) admiten en privado que esta medida fue estudiada y debatida durante la reciente visita a Atenas por parte de la CE, el Banco central Europeo (BCE) y el FMI para revisar las cuentas públicas griegas y la evolución económica del país.
Así pues, resurge con fuerza la idea de la suspensión de pagos. El mecanismo consistiría, básicamente, en un intercambio de bonos al estilo del Plan Brady aplicado a los países latinoamericanos a finales de los años 80, en donde se extenderían los plazos de pago acordados a un máximo de 30 años e, incluso, se barajaría la aplicación de quitas de entre el 30% y el 50%, según las distintas opciones que se barajan.
En este sentido, según fuentes consultadas por Dow Jones Newswires, el FMI cree que "la deuda de Grecia es insostenible". Por ello, recomienda, tanto a los gobiernos europeos como al BCE, adelantar la reestructuración helena para 2012, antes de que entre en vigor el nuevo Fondo de rescate (que ya contempla esta posibilidad). De hecho, fuentes del Ejecutivo alemán insisten en que la reestructuración es "inevitable" y, posiblemente, se anunciará antes de que acabe el verano.
Ante tal posibilidad, la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, consideró este lunes que sería "catastrófico" reestructurar las deudas públicas de Grecia, Irlanda y Portugal, porque mostraría que esos países tienen problemas para financiarse en los mercados.
"Sería catastrófico porque querría decir que esos países tendrán las mayores dificultades para volver a los mercados financieros", indicó Lagarde en la televisión LCI preguntada por el debate abierto en Alemania sobre la posible reestructuración de la deuda de esos países. Para la ministra francesa, el objetivo de los planes europeos de rescate es que esos países puedan restablecer sus finanzas y volver a los mercados para financiarse.
Finlandia y el rescate luso
Por otro lado, el líder del partido ultraderechista Verdaderos Finlandeses, Timo Soini, protagonista de las elecciones finlandesas celebradas el domingo tras convertirse en la tercera fuerza del país nórdico, aseguró este lunes que la Unión Europea (UE) debe renegociar el rescate financiero de Portugal.
En declaraciones a la televisión pública YLE, Soini afirmó que "tendrá que haber cambios" en los planes europeos de construir un mecanismo de estabilidad financiera, aunque no quiso dar más detalles sobre qué puntos deberían modificarse. "Lo más importante es que Finlandia no necesite pagar por los errores de los demás", subrayó Soini, uno de los candidatos más firmes, gracias a su espectacular ascenso, para formar Gobierno junto a los conservadores, vencedores en los comicios de ayer.
El líder populista, que ya en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo fue el candidato más votado de toda Finlandia, aseguró que su intención es cambiar desde dentro las políticas económicas de Bruselas. "Ya se ha visto que el paquete de ayudas a Grecia e Irlanda no ha funcionado. Ahora las cosas van a empezar a hacerse de otra forma en Europa", señaló.
Soini, conocido por sus visiones ultranacionalistas y euroescépticas, tuvo también duras palabras contra la UE al afirmar que la Unión "ha fracasado, tenemos que gestionarla mejor". Los Verdaderos Finlandeses advirtieron durante toda la campaña que no están dispuestos a participar en un Gobierno que dé luz verde a nuevos rescates financieros, incluido el portugués. Los analistas prevén que las políticas comunitarias serán precisamente el mayor escollo para la entrada del partido ultraderechista en el Gobierno, dada la postura pro-europea de los conservadores, informa Efe.