José Luis Rodríguez Zapatero siempre ha hecho gala de su "optimismo antropológico". Ahora, parece que esa cualidad se la ha traspasado al equipo económico de su Gobierno. La previsión oficial para la economía española en 2011 y 2012 es muy superior a la ofrecida por los diversos expertos que se han pronunciado en las últimas semanas.
Este miércoles, ha sido Funcas (la Fundación de las Cajas de Ahorros) la que ha presentado su panel de expertos. Esta previsión tiene un valor añadido, puesto que no sólo se nutre de la apuesta de los analistas de Funcas, sino que incluye los últimos resultados presentados por hasta 13 servicios estudios privados (el del BBVA, La Caixa o Flores de Lemus) y varias instituciones oficiales (el Banco de España, el FMI o la OCDE).
Pues bien, ni uno sólo de todos estos expertos se acerca a las previsiones del Gobierno. Todos ellos piensan que la economía española crecerá menos en 2011 y 2012 de lo que piensa el equipo de Salgado. De hecho, se alejan mucho de su pronóstico. El problema es que si el Ejecutivo falla, el error arrastrará a su paso los Presupuestos Generales del Estado, en la previsión de gastos e ingresos públicos, lo que puede provocar sorpresas inesperadas en las ya muy dañadas cuentas públicas (y lo último que se necesita ahora mismo es una emisión de deuda por sorpresa por haber fallado en los vaticinios).
De esta manera, la media de los analistas consultados por Funcas (lo que se conoce como "consenso") es que España crecerá un 0,8% este año y un 1,5% en 2012. Mientras, el Gobierno defiende que el incremento del PIB será del 1,3% en 2011 y 2,3% en 2012, más de medio punto por encima de lo previsto por los expertos. Esta última cifra es especialmente significativa porque ninguna de los consultados prevé una mejora el año que viene que alcance el 2%. Los más optimistas –BBVA o Intermoney- apuntan al 1,9%, mientras que los pesimistas apuestan por un 1%.
Este baile de cifras no es inocuo. Este miércoles, coincidiendo con la presentación de Funcas, José Luis Rodríguez Zapatero aseguraba que "no hay ninguna previsión en el horizonte de tener que hacer nuevas medidas de ajuste". En su opinión, la economía española ya ha hecho los cambios necesarios y como va a recuperar la senda de un crecimiento robusto (según las cifras de Salgado) no hay que implementar nuevas medidas. El problema es que si los datos finales están más cerca de lo que dicen los expertos que de lo previsto por el Gobierno, sí que habrá que tomar "medidas de ajuste", quiera el presidente o no.
Otras previsiones
Por otro lado, los expertos de Funcas no sólo han corregido las previsiones del Gobierno en cuanto a crecimiento. También en el resto de los grandes ratios económicos han realizado pronósticos bastante diferentes de los presentados por Elena Salgado hace unas semanas.
Paro: En cuanto al empleo, todos los panelistas esperan una tasa nula o negativa en 2011, por lo que la variación de consenso se sitúa en el -0,3%. Para 2012, sin embargo, se esperan tasas positivas con una cifra de consenso del 0,6%. A partir de estas cifras, el consenso ha elevado sus previsiones de paro y estima ahora que la tasa se elevará al 20,5% en 2011 y se reducirá sólo al 20,1% en 2012. Sin embargo, el Gobierno presentó un "nuevo escenario macroeconómico" en el que el paro se situaba en el 19,8% a finales de 2011 y en el 18,5% al acabar 2012.
Déficit Público: Respecto al déficit público, el panel de Funcas cree que la racha de reducción del déficit estatal "parece haberse frenado" en los últimos meses por un cambio de signo en la evolución del gasto. Aún así, no modifica su previsión, que apunta a que el Gobierno no cumplirá los objetivos de reducción de déficit que ha planteado, ya que el saldo negativo de las cuentas públicas acabará en el 6,4% del PIB en 2011 y en el 5,1% en 2012. Mientras, el Ejecutivo apuesta por un 3,4% de déficit este año y de un 2,7% el que viene.
Inflación: En materia de precios, el panel de Funcas ha elevado cinco décimas la tasa media de inflación que espera para 2011 por la trayectoria alcista que han registrado los precios en los primeros meses de 2011 debido al encarecimiento del crudo, de la electricidad y de los impuestos sobre el tabaco. Aún así, cree que las tensiones inflacionistas siguen siendo "muy reducidas" y asegura que el IPC cerrará el mes de diciembre en una tasa interanual del 2,1%, cuatro décimas más que lo planteado en el anterior panel. En 2012, los precios acabarán el año en el 1,5%. El Gobierno no realizó una previsión de inflación en su presentación de perspectivas macroeconómicas.